El juicio contra Beate Zschäpe, la única superviviente del trío terrorista neonazi que mató a diez personas en Alemania entre 2000 Y 2007, se reanudó hoy con la confesión de un colaborador y con los recursos interpuestos por la defensa para intentar paralizar el proceso.
El protagonista de la quinta sesión en el Tribunal Territorial de Múnich (sur de Alemania) fue Carsten S., uno de los cuatro colaboradores del trío a los que se juzga junto a Zschäpe, que decidió testificar, como había anunciado su abogado, frente al resto de acusados, que guardan silencio.
Carsten S., de 33 años y desde hace años ajeno a círculos ultraderechistas, reconoció haber entregado una pistola de la marca "Ceska" a los tres miembros de "Clandestinidad Nacionalsocialista" (NSU), aunque no aclaró si fue con ese arma con la que se cometieron los asesinatos.
El acusado, que ocupó cargos intermedios en el partido ultraderechista NPD, el principal aglutinante de los neonazis en Alemania, es pedagogo y en el año 2000 pasó diez días en prisión preventiva tras una manifestación.
Por su parte, las defensas siguieron recurriendo hoy a su estrategia de intentar paralizar el proceso mediante recursos que alegaban, entre otras cuestiones, prejuicios contra la principal acusada, y que protestaban frente a la pretensión de las fuerzas de seguridad y los servicios secretos de enviar observadores al juicio.
La Audiencia Territorial de Múnich abrió el 6 de mayo el proceso contra Zschäpe, de 38 años y desde hace año y medio en prisión preventiva, a la que se acusa de pertenencia a grupo terrorista y asesinato múltiple (nueve inmigrantes presuntamente asesinados por el grupo, más una policía) entre 2000 y 2007.
Los otros dos miembros que integraban el trío neonazi, Uwe Böhnhard y Uwe Mundlos, se suicidaron en noviembre de 2011, acosados por la policía tras atracar un banco.
Sus muertes sacaron a relucir la existencia del grupo y sus asesinatos, ya que durante años estas muertes se atribuyeron a ajustes de cuentas entre extranjeros. Zschäpe se entregó cuatro días después del doble suicidio
La comisión del Parlamento alemán que investiga a la NSU atribuyó a un "fracaso policial sin precedentes" el hecho de que sus miembros se movieran con impunidad durante trece años, pese a que cometieron diez asesinatos y perpetraron varios atentados con bomba./EFE
Martes 04/06/13
(RB)