EFE
La ciudad de Los Ángeles (EE.UU.) vivió hoy una jornada atípica con más de 900 escuelas cerradas debido a una amenaza que la Policía consideró "creíble", que incluía el uso de artefactos explosivos y armas de fuego, y por la que los centros educativos se quedaron vacíos y sin estudiantes.
Los ciudadanos angelinos se despertaron esta mañana con la noticia de que las escuelas pertenecientes a Los Ángeles Unified School District (LAUSD, en inglés), el mayor sistema de escuelas públicas de California con más de 700.000 estudiantes, permanecerían cerradas, una situación inusual que alteró el ritmo habitual de la ciudad californiana.
En Thomas Starr King Middle School, una escuela situada en una zona residencial del barrio de Silver Lake, un letrero luminoso daba el martes la bienvenida, pero por su puerta no entraba ni salía nadie.
"Sin escuela hoy", decían dos carteles ubicados en la entrada de este centro educativo donde las verjas estaban cerradas y no se veía a ninguna persona por el patio o los pasillos.
Las mesas y sillas para el almuerzo en el exterior continuaban sin ocupantes al mediodía y en las instalaciones no se oían ni risas, ni gritos, ni juegos infantiles; solo silencio, como si en lugar de martes se tratara de un día festivo sin colegio.
Paul Pinedo vive en una casa enfrente de este centro educativo y mostró en declaraciones a Efe su extrañeza porque hoy estaba todo "muy callado" y "sin ruido" alrededor de la escuela.
Aseguró que a lo largo del día no había visto a ningún policía en la zona, defendió que se hubieran cerrado las escuelas "por precaución" y afirmó que si tuviera niños en casa no les habría dejado "ni asomarse a la ventana" debido a la amenaza de un posible ataque.
Cerca también de Thomas Starr King Middle School, Ana González regenta un puesto de comida mexicana y contó a Efe que hacia las siete de la mañana, como es habitual, llegaron los primeros niños en carros y autobuses, pero que al enterarse después del cierre del colegio tuvieron que ser recogidos por sus padres.
"Por lógica todos tenemos miedo, aunque no tenga niños en la escuela", comentó González, quien sí vio a policías chequeando la zona y se mostró partidaria del cierre de los centros educativos, porque "lo más importante son los niños y su protección".
Una situación similar se vivió en Helen Bernstein High School, un centro situado en Hollywood que tampoco tuvo ningún tipo de actividad hoy, con el aparcamiento absolutamente vacío, las pistas de baloncesto con los balones abandonados y con solo un joven practicando chutes en una portería de fútbol en una pista aledaña.
En los alrededores de este instituto, un constructor, que pidió no ser identificado, explicó a Efe que él se enteró en su oficina de la amenaza y que llamó a su casa en Orange, a unas treinta millas de Los Ángeles, para interesarse por sus niños.
Sin embargo, el cierre de las escuelas no afectó a esa zona y sus niños pudieron asistir a clases con un "refuerzo de la seguridad".
Además, apostó por la cautela antes de opinar si se ha exagerado con la decisión de cerrar las escuelas, pese a que las autoridades de Nueva York afirmaron hoy haber recibido una amenaza contra el sistema escolar parecida a la de Los Ángeles pero mantuvieron abiertos sus centros.
En una parada de autobús junto al Helen Bernstein High School, Seleene Adame esperaba con su hijo Marco, de siete años, que no había podido asistir hoy a clase.
Seleene contó a Efe que una amiga la llamó por teléfono por la mañana, justo antes de llevar a su niño a la escuela, y que luego comprobó en la televisión que el cierre de las escuelas era real.
Se manifestó "nerviosa" y "preocupada" por lo sucedido, y también señaló su inquietud por no saber si el miércoles se retomarán las clases en Los Ángeles con normalidad.
2015-12-15