Soldados israelíes detuvieron en Cisjordania un convoy de ayuda humanitaria, que acompañaban representantes de diez países, entre ellos España, se incautaron del material y sacaron por la fuerza del mismo a una diplomática francesa, informaron a Efe testigos y fuentes diplomáticas.
El convoy incluía un camión con cinco tiendas de campaña destinadas a las familias de Jirbet Majul, cerca del Valle del Jordán, en el este del territorio ocupado de Cisjordania, donde el Ejército israelí había destruido hace tres días cerca de diez chabolas que habitaban un centenar de beduinos.
La demolición se produjo a raíz de una decisión del Tribunal Supremo porque las estructuras carecían de permisos de construcción, al hallarse en la denominada zona C, el 60% de Cisjordania en el que las autoridades militares israelíes controlan los asuntos civiles y de seguridad y sólo conceden permisos de construcción con cuentagotas.
Tras dos intentos esta semana por el Comité Internacional de la Cruz Roja de hacer llegar las tiendas, frustrados por el Ejército israelí, se organizó la citada representación diplomática extranjera para evitar que así sucediera de nuevo, señaló a Efe un trabajador humanitario implicado.
La participación extranjera era un gesto "simbólico" de apoyo, indicaron fuentes diplomáticas europeas.
El convoy partió con los diplomáticos, principalmente europeos, y al llegar a la zona el Ejército israelí lo detuvo y amenazó con su confiscación.
Una representante francesa se subió entonces a la cabina del camión que transportaba las tiendas y se negó a abandonarla, mientras los diplomáticos contactaban sus representaciones en Jerusalén y Ramala para tratar de desbloquear la situación, según testigos.
Finalmente la diplomática fue sacada por la fuerza por soldados israelíes, que también hicieron uso de tres granadas de estruendo en el lugar en el que se encontraban tanto los beduinos locales como los diplomáticos y trabajadores humanitarios, indicó un testigo de los hechos.
Las fuentes diplomáticas europeas señalaron que, además del uso de tres bombas de sonido, hubo forcejeos con soldados israelíes que dejaron dos heridos leves, ambos palestinos.
Consultado por Efe, el Ejército israelí señaló que el envío de fuerzas de seguridad tenía como objetivo impedir la "colocación ilegal de una tienda de campaña" a fin de garantizar la "aplicación de una decisión del Tribunal Supremo".
"En el lugar, palestinos y activistas extranjeros lanzaron piedras y el Ejército respondió con métodos antidisturbios, confiscó las tiendas y detuvo a tres palestinos que habían sido los principales instigadores", señaló.
El Ejército aseguró además que está "revisando las informaciones de que diplomáticos extranjeros abusaron de sus privilegios diplomáticos" y que "se presentaran protestas si resulta necesario"./EFE
2013-09-20