DPA
Miles de personas apoyaron las reformas que prometió el gobierno centroizquierdista de la presidenta Michelle Bachelet en una marcha convocada por la CUT, la principal central sindical chilena, para conmemorar el día de los trabajadores.
La reunión, en la que hubo "incidentes aislados", con detenidos y lesionados, se realizó a través de la Alameda Bernardo O’Higgins, la principal avenida del país, y congregó a más de cien mil personas, según sus organizadores.
La presidenta de la organización sindical, Bárbara Figueroa, dijo en su discurso que el término del gobierno del presidente conservador Sebastián Piñera en marzo pasado (2010-2014) y la llegada de Bachelet “son una buena señal (…) pues se superan cuatro años de calvario para el movimiento sindical”.
Figueroa, de filiación comunista, respaldó las reformas incluidas en el programa de la gobernante socialista, entre ellas la tributaria que espera recaudar unos 8.200 millones para destinarlos a educación y otras necesidades del país, y criticó a la derecha y a los empresarios que se oponen a los cambios porque -según ellos- afectan a la clase media.
“La clase media no es la afectada por esta reforma, y lo decimos con firmeza y claridad, lo son el 1,0 por ciento de este país que se lleva más del 30 por ciento de lo que produce Chile", dijo la dirigente.
Además, aclaró que son "los más acomodados", que entre los años 1990 y 2011, "han visto acrecentados sus ingresos en un 7,0 por ciento, mientras los ingresos de los más pobres no han crecido ni en un 1,0 por ciento", subrayó.
La reunión fue “absolutamente pacífica”, aunque hubo una veintena de lesionados, entre ellos siete policías, y unos 40 detenidos en “incidentes aislados”, según resumió el Intendente (Gobernador) de Santiago, Claudio Orrego, quien responsabilizó de los desórdenes a un pequeño grupo de “encapuchados”.
Jues 1/5/2014