Trece personas -nueve talibanes, y dos niños y dos mujeres- murieron hoy cuando estallaron accidentalmente los explosivos que llevaban los insurgentes en un camión bomba en la provincia de Logar, en el este de Afganistán, informó una fuente oficial.
La detonación ocurrió al mediodía local en el área de Baboos en la ciudad de Pul-e-Alam, capital provincial, a donde los insurgentes llevaban el camión para cometer un atentado, dijo a Efe el portavoz del Gobierno de la provincia, Din Mohamed Darwish.
De acuerdo con la fuente, los explosivos que eran transportados en el vehículo detonaron antes de llegar a su objetivo.
"Nueve insurgentes, entre ellos seis paquistaníes, murieron", precisó Darwish, quien añadió que también perdieron la vida dos mujeres y dos niños que se encontraban en el interior de sus casas, que fueron destruidas por la onda expansiva.
El pasado miércoles diez civiles murieron y 40 resultaron heridos cuando un terrorista suicida detonó accidentalmente explosivos en el hotel en el que se alojaba en la ciudad de Trinkot, en la provincia de Uruzgán, en el sur de Afganistán.
Según un comunicado del Gobierno central, el insurgente planeaba perpetrar un atentado al día siguiente.
El conflicto afgano se halla en uno de sus momentos más sangrientos desde la invasión de EEUU que propició la caída del régimen talibán hace doce años y a dos meses de la celebración de elecciones generales.
El presente año es el último con presencia de tropas de la OTAN en Afganistán, de acuerdo con un calendario de retirada gradual que concluirá en diciembre próximo, cuando las fuerzas locales asumirán la seguridad en todo el territorio del país. EFE