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La impactante decisión de Gran Bretaña de retirarse de la Unión Europea provocó el domingo una nueva turbulencia política cuando la primera ministra de Escocia amenazó con bloquear esa determinación y el dirigente del Partido Laborista se colocó peligrosamente cerca de perder su puesto.
La sensación de intranquilidad se ha propagado luego que los gobernantes europeos incrementaron sus exigencias a Gran Bretaña de que emprenda de inmediato su compleja salida de la UE, de 28 naciones, en lugar de esperar varios meses como lo prefiere el primer ministro británico David Cameron.
En momentos en que el mercado bursátil en Londres se prepara para su sesión del lunes en medio del nerviosismo, los dirigentes de la exitosa campaña a favor de dejar la UE se han mantenido principalmente fuera de la vista pública y han dado pocos indicios sobre sus planes.
El silencio de estos políticos contrasta con Escocia. La popular primera ministra Nicola Sturgeon dijo que ella podría "considerar" la recomendación al Parlamento escocés de que intente utilizar su poder para impedir que Gran Bretaña deje la UE.
Sturgeon dijo que los legisladores escoceses podrían descarrilar esa acción reteniendo el "consentimiento legislativo" a favor de la salida británica conocida como Brexit.
"Si el Parlamento escocés juzgara la situación sobre la base de lo que es correcto para Escocia, entonces por supuesto que está sobre la mesa la opción de que digamos que ‘no aprobaremos algo que va en contra de los intereses de Escocia"‘, señaló la primer ministra sobre la posibilidad de retener el visto bueno.
Sturgeon dijo creer que la aprobación de Escocia es necesaria para la medida pero reconoció que el gobierno británico podría adoptar "un punto de vista muy distinto".
El referéndum efectuado el jueves en toda Gran Bretaña fue muy impopular en Escocia, donde 62% de los electores votó a favor de la permanencia, y Sturgeon señaló que estudia opciones para mantener a Escocia como parte del bloque de la UE.
El asunto de Escocia es importante porque Sturgeon también ha dicho que es "altamente probable" la realización de otro referéndum sobre la independencia de este país respecto de la Gran Bretaña como resultado del referéndum sobre la permanencia británica en la UE.
En el referéndum escocés efectuado en 2014, los electores decidieron permanecer en Gran Bretaña, pero los analistas creen que la salida británica de la UE podría fortalecer el movimiento independentista.
En Irlanda del Norte, que también es parte del Reino Unido, el viceprimer ministro Martin McGuinness dijo que su prioridad es forjar "acuerdos especiales" que permitan al país mantener sus vínculos con la UE.
Algunos oponentes al Brexit mencionaron que intentarían utilizar la Asamblea de Irlanda del Norte para impedir la salida de Gran Bretaña.
Los electores en Irlanda del Norte también votaron a favor de la permanencia de Gran Bretaña en la UE. El descontento por los resultados en Escocia e Irlanda del Norte se suma a la creencia de que el voto a favor del Brexit podría con el tiempo conducir a la disolución del Reino Unido.
La secretaria de Irlanda del Norte, Theresa Villiers, la principal funcionaria de Cameron en Belfast, restó importancia a la propuesta de que el Parlamento escocés o la Asamblea norirlandesa están en posición de impedir la salida británica de la UE.
Villiers dijo que la facultad de tomar decisiones reside exclusivamente en el Parlamento británico, que previsiblemente acatará el resultado del referéndum, en el que 52% de los electores votaron a favor de la salida.
2016-06-26