EFE
La proclamación del rey Felipe VI cuenta con un amplio dispositivo de seguridad que velará para que el desarrollo de los actos previstos en la capital transcurra con normalidad.
Madrid y sus alrededores están hoy blindados desde el aire, en las azoteas, en el subsuelo y a pie de calle, lugares en los que agentes de policía controlan la seguridad tanto en los alrededores del Congreso y el Palacio Real, sedes de los actos principales, como durante el recorrido de la comitiva real.
Pese a la bonanza climática veraniega y la festividad del Corpus que festeja el jueves la Comunidad, factores que suelen animar a los madrileños a disfrutar de unas largas veladas nocturnas, las calles de la capital esta madrugada se encontraban vacías en el recorrido entre el Congreso y el Palacio Real que recorrerá la caravana de los reyes Felipe VI y su esposa Letizia tras su proclamación.
La presencia de policía municipal era notoria al intentar parar cualquier vehículo en zona no permitida, mientras equipos de funcionarios colocaban aún vayas en el recorrido, engalanado con flores y multitud de banderas nacionales en los balcones y fachadas de edificios.
Las infraestructuras críticas, y especialmente aquellas que suministran los servicios básicos, están bajo vigilancia especial como parte del dispositivo de las autoridades, que implica entre otras medidas la activación del nivel 3 de alerta antiterrorista, habitual en acontecimientos de especial relevancia.
El Palacio Real y el Congreso se encuentran vigilados además por más de un centenar de francontiradores apostados en las azoteas.
En el entorno urbano la Policía Nacional ha destinado a 4.300 agentes que se encargarán de que no haya incidente alguno en el recorrido por las principales calles del centro de Madrid.
La restricción del espacio aéreo sobre la capital completa el dispositivo para garantizar una celebración pacífica y festiva en una jornada que se producirá al día siguiente de la prematura eliminación de la selección española de fútbol en el Mundial de Brasil.