EFE
La magistrada Carmen Lucia Antunes Rocha, de 62 años, asumió la presidencia del Tribunal Supremo de Brasil, que por segunda vez desde su creación, en 1890, es ocupada por una mujer.
A la ceremonia asistió el nuevo jefe de Estado de Brasil, Michel Temer, quien sustituyó definitivamente en el poder a Dilma Rousseff desde su destitución, el pasado 31 de agosto, así como el antecesor y padrino político de la exmandataria, Luiz Inácio Lula da Silva, quien en 2006 nombró a Antunes Rocha como miembro de la corte.
Aunque no llegaron a conversar, al menos en público, el acto supuso el primer encuentro en los últimos meses entre Temer y Lula, quien ha condenado el proceso que desalojó del poder a Rousseff y ha tildado al nuevo mandatario de "golpista" y "usurpador".
En la ceremonia, Antunes Rocha recibió el cargo de manos del magistrado Ricardo Lewandowski, quien presidió el tribunal constitucional durante los dos últimos años.
Durante ese período, la corte cobró singular importancia por el proceso que dio lugar al juicio político que llevó, el pasado 31 de agosto, a la destitución de la ahora expresidenta Rousseff.
Como corte constitucional, el Tribunal Supremo supervisó cada uno de los pasos del juicio de destitución, cuyos tramos finales fueron realizados en el Senado pero dirigidos por Lewandoswki, a quien le cupo esa responsabilidad por su condición de presidente de la corte.
Uno de los pocos oradores en el acto fue el decano de la corte, José Celso de Mello, quien destacó "la histórica presencia de la mujer en la justicia y la vida nacional" y valoró la elección de Antunes Rocha como presidenta del Supremo como "un reconocimiento a ese innegable hecho".
Pero Mello también criticó con rigor los últimos escándalos que han sido descubiertos en el país, en algunos de los cuales figuran como sospechosos varios políticos del entorno de Temer y también el propio Lula, que ya responde en un juicio por supuesta corrupción.
En su discurso, el decano de la corte le pidió a Antunes Rocha que "se muestre intolerante ante los saqueadores de la República" que han "violado el pacto democrático" establecido entre los ciudadanos y sus representantes políticos.
Al tomar la palabra, Antunes Rocha evitó referencias políticas directas y optó por subrayar la "necesidad urgente" de una reforma judicial que permita agilizar los procesos, a fin de que la justicia "llegue efectiva y con celeridad a todos los brasileños".
2016-09-12