2001.com.ve|Con información de EFE
Las iglesias católicas de Bolivia se llenaron este sábado de imágenes del niño Jesús, para despedir la Navidad en el día de Reyes Magos con una bendición que mezcla el cristianismo y la tradición indígena.
Un desfile de canastas blancas con sus figuras de yeso o porcelana del niño Jesús recorrió los altares para que el hijo de Dios "escuche" misa y reciba la bendición del sacerdote dentro del templo y del "yatiri" (chamán indígena) en el exterior.
Las familias católicas sacan de los armarios estas figuras en Navidad para que representen al "niñito" Jesús, como se le nombra con cariño, en los pesebres de sus hogares y antes de guardarlos hasta el próximo año las llevan a bendecir a las iglesias.
Es por eso que las parroquias del país se llenaron este día de feligreses con imágenes del niño Jesús en urnas de cristal, canastas envueltas con telas blancas y hasta en cajas de zapatos, buscando un lugar entre la multitud para escuchar las palabras del sacerdote lo más cerca posible del altar.
Muchos dejan frente al altar a sus niños, para que puedan participar de cerca de la celebración.
Niños, jóvenes y ancianos cargan los niñitos, en algunos casos más de uno o incluso llevan a los tres Reyes Magos, a José y a María, para que "en familia" puedan ser bendecidos.
Para los dueños de las imágenes no solo es una figura de yeso, es la representación de la fe y la esperanza para sus hogares, por lo que este día deben "mimar" al niñito y comprarle nueva ropa, zapatos y hasta juguetes para que los luzcan en la misa.
Afuera de las iglesias hay puestos de vendedores de ropas confeccionadas exclusivamente para los niñitos y la vestimenta más tradicional es blanca, pero también hay de colores con bordados dorados y plateados para los que prefieren un vestuario elegante.
También venden diminutos zapatos para cuidar que las imágenes no se dañen al guardarlas.
"Todos los años le compro nueva ropa al niñito para Reyes y siempre le compro sus juguetes", dijo a Efe María Victoria Rodríguez, una ferviente creyente.
Rodríguez contó que su madre le regaló la imagen del niño Jesús antes de que se casara y estima que ya está con ella al menos 50 años.
Le compra autos de juguete y animales de plástico a su figura para que juegue mientras está guardado hasta la próxima Navidad.
Esta devota explicó que es un niñito "cuzqueño" que se caracteriza por tener ojos brillantes de vidrio y el cabello real, que son considerados los más antiguos y traviesos.
"El niñito cuida de mí y de mi familia, por eso siempre nosotros le hacemos su Nacimiento con toda la devoción en la noche de Navidad", relató.
De acuerdo a la tradición, algún amigo o familiar debe regalar a otra persona una imagen o recoger alguna que ya no es deseada por otra familia en estas fechas los deja en las iglesias.
Para muchos no es válido comprarse una de estas figuras, sino que tiene que llegar de regalo.
Se tiene la creencia que estas imágenes al ser guardadas juegan tal cual un niño y que por ello la siguiente ocasión que se lo saca aparece con algún dedo roto de los pies o las manos.
"He escuchado que cuando tienes más de dos niños en una casa se puede escuchar como si estuvieran jugando o también dicen que se pelean entre ellos, no sé si será cierto", aseguró a Efe Freddy Suárez, otro creyente.
Suárez llevó a la iglesia de San Francisco en La Paz a la efigie que heredó de su abuela, que pasa de generación a generación.
"Vengo con la fe de que la Virgen de Copacabana cubra al niño Jesús con su manto y que bendiga a toda mi familia y nos llene de salud", expresó Suárez.
Cada 6 de enero se recuerda la visita de los tres Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltazar al niño Jesús en Belén y con esta celebración se cierra el ciclo de las fiestas navideñas.
"Estamos celebrando la Epifanía que es la manifestación de Jesucristo a todas las naciones y que trae la salvación para todo el mundo", explicó fray Ben Hur Soto, encargado de la iglesia.
Este día se realizan más misas de lo usual, por la cantidad de gente que va a las iglesias.
"Para la gente es importante la bendición de los niñitos y no solamente quieren que les llegue una gota de agua, sino bastante agua", recalcó.
El religioso pidió a los feligreses que no se guarde a las imágenes en cajas de zapatos, sino que se les dé un lugar especial en el hogar como los franciscanos hacen en sus conventos.
El rito concluye al salir de la iglesia con los "yatiris", indígenas aimaras que también bendicen los niñitos haciendo sonar campanas y un sahumerio o humo mágico para atraer la suerte a la familia.
2018-01-06