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El último recorrido del presidente Chávez

Jueves, 14 de marzo de 2013 a las 07:30 pm
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De 18 kilómetros fue el último recorrido de Hugo Chávez, el fallecido presidente de Venezuela acostumbrado a largas travesías y distintas visitas, hasta un antiguo cuartel en Caracas adonde sus restos fueron llevados desde la Academia Militar.

Quien en vida recorrió miles de kilómetros buscando alianzas con China, Irán o Rusia en su afán por apartarse del imperio, como llamaba a Estados Unidos, fue despedido hoy por miles de seguidores en las calles y uno de sus aliados incondicionales, el presidente boliviano, Evo Morales.

Sus periplos lo llevaron desde Argentina a la vecina San Cristóbal y Nieves; de Trípoli o a reunirse con la reina Isabel II en el palacio de Buckingham o en Madrid con el rey Juan Carlos.

Chávez visitó también a polémicos líderes como el iraní Mahmud Ahmadineyad o el bielorruso, Alexandr Lukashenko, países a los que Washington ha impuesto sanciones.

Ambos estuvieron presentes el pasado viernes en el funeral de quien en vida los definió como "amigos" y "hermanos" y con quienes promovió acuerdos de cooperación en distintas áreas.

Cartagena de Indias, la ciudad colombiana situada en el Caribe, se convirtió en uno de los primeros destinos de Chávez después de que asumiera el poder en febrero de 1999, y que visitó en mayo de ese año para asistir al XI Consejo Presidencial Andino.

En ese entonces invitó a sus vecinos a lanzarse a "una ofensiva, dejando de lado posiciones de defensa en un mundo que marcha de manera acelerada". Años después anunció que Venezuela dejaba la Comunidad Andina de Naciones (CAN), mientras promovía otros mecanismos de integración regional.

Fue así como impulsó acuerdos como el energético Petrocaribe o la más reciente Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), cuyo secretario general es el exministro venezolano Alí Rodríguez.

También promovió la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), que nació, según decía, en contraposición al Área de Libre Comercio de las Américas que lideraba Estados Unidos.

"ALCA, ALCA, al carajo", exclamó Chávez el 4 de noviembre de 2005 en la Cumbre de los Pueblos, antagónica a la IV de las Américas, que se celebraba también en Mar de Plata, ciudad argentina que definió entonces como "la tumba del ALCA" y donde llamó "a parir el socialismo del siglo XXI".

Sus periplos también incluyeron visitas a Damasco para reunirse con su homólogo sirio, Bachar al Asad; a Trípoli para entrevistarse con Muamar el Gadafi, quien murió en octubre de 2011 tras haber sido gravemente herido en enfrentamientos; o a la centroamericana Honduras, donde visitó en 2008 al entonces presidente, José Manuel Zelaya.

Viajó varias veces a la Asamblea General de las Naciones Unidas para alzar su voz. Su discurso del 20 de septiembre de 2006 será quizás uno de los más recordados, cuando aseguró ante los asistentes que en el púlpito olía a "azufre todavía" un día después de que hablara el presidente de los EE.UU.", George Bush, en palabras de Chávez, "el diablo".

Tres años después se encontró en Trinidad y Tobago, con ocasión de la V Cumbre de las Américas, con el actual gobernante de EE.UU., Barack Obama, a quien le dijo que quería ser su amigo y le estrechaba la mano con la "misma" que, aseguró, había saludado a Bush.

Pero el cáncer que le detectaron a mediados de 2011 lo obligó a disminuir su siempre imprevista agenda internacional y a convertir sus viajes en un monólogo de traslados a Cuba.

Después de ser intervenido y sometido a un tratamiento de quimioterapia, Chávez encabezó en Caracas el 3 de diciembre de 2011, cinco meses después de la convocatoria inicial, la cumbre constitutiva de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y el Caribe (CELAC), sin la presencia de EE.UU. y Canadá.

Días después, en ese mismo mes y año, participó en Montevideo en un encuentro del Mercosur para ratificar el interés de Caracas por entrar en ese mecanismo, sueño que vio cristalizado el 31 de julio en Brasilia en una cumbre extraordinaria para formalizar la incorporación plena de Venezuela.

Ese fue el último viaje oficial de Chávez.

Veintiún años después y con miles de kilómetros recorridos, Chávez, vestido nuevamente de militar con la boina roja con la que apareció ante las cámaras de televisión en 1992 para anunciar que "por ahora" no se habían alcanzado los objetivos, viajó de nuevo al cuartel donde inició su camino como figura internacional. /EFE