Moisés A. Calderón | [email protected]
En los hogares venezolanos, ha sido una constante inculcarle a los más jóvenes acerca del valor y el respeto que se le debe otorgar a los adultos, en especial a los de la tercera edad.
Cada 29 de mayo se celebra en Venezuela el Día del Adulto Mayor, fecha que sirve para recordar y conmemorar a los abuelos de cada núcleo familiar. Esos bondadosos seres que generalmente llenan de amor, complacencia y sabiduría a sus parientes.
En cuanto al cambio del término “anciano” al de “adulto mayor” se logró gracias a las diversas resoluciones realizadas en congresos internacionales.
Para nuestros abuelos no resulta nada fácil vivir en Venezuela, ya que la grave crisis económica y social los afecta seriamente, entre otras cosas, por la baja calidad de vida que tienen al no contar con la atención preferencial que requieren. La incapacidad de adquirir medicinas y alimentos ha disminuido seriamente sus salud. Además, las quejas hechas por los mismos “abuelos” de las “humillaciones” que reciben en ciertas actividades, como por ejemplo en el cobro de su pensión.
El hecho de lucir desprotegidos ante las denunciadas ineficiencias e irregularidades se ha vuelto una constante entre los adultos mayores. No obstante, se conservan atisbos de esperanza de que los organismos competentes sigan ejerciendo su función defensiva en cuanto a los derechos de los abuelos.
Colas recurrentes. Algo que genera molestia entre personas de la tercera edad, son las enormes colas registradas en las entidades bancarias, principalmente para realizar el cobro de la pensión del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss).
En el país existe un total de 3.500.000 pensionados, quienes pueden retirar dinero en efectivo solamente tres veces a la semana, por el último número de su cédula. Los pensionados duran hasta cinco horas haciendo colas para retirar ese dinero y en ocasiones no se los dan completos, por lo que deben ir varias veces al banco.
Además, muchos enfatizaron que “debido a problemas de salud en la columna, el hecho de realizar colas de pie empeora su estado”.
Escasez medicinal. Gran cantidad de adultos mayores padecen de enfermedades que en ocasiones podrían colocar en riesgo su vida.
En el caso de los abuelos hipertensos, diabéticos o con cualquier otro tipo de enfermedad la dificultad de acceder a las medicinas para su control, aumenta el riesgo de sus vidas, por eso ha sido denunciado como “violación a sus derechos humanos”.
Deuda. Para los adultos mayores pensionados que residen en el exterior la cosa no es mejor. El Ivss les adeuda pagos, que deben hacer en divisas, desde noviembre de 2015 y el Gobierno no responde a sus protestas.
El problema es que muchos de estos abuelos dependen únicamente de ese ingreso, y por lo tanto, se ven obligados a “sobrevivir de la caridad” o trabajar limpiando casas y en ocasiones como barrenderos.
Se estima que al menos 11.700 beneficiarios del Ivss están siendo afectados ante lo que consideran una “interminable e insostenible situación”. Asimismo, se estima que la cifra de la deuda supera los 20 millardos de bolívares, según informó Edgar Silva, coordinador nacional del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos de los Pensionados, Jubilados, Adultos Mayores y Personas con Discapacidad.
La realidad que viven los adultos mayores venezolanos, dentro y fuera del país, deja mal parada a la sociedad en su conjunto, porque ellos dieron sus años más productivos y merecen atención.
2018-05-28
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