Johan Azuaje
La pandemia del Coronavirus ha dejado una fuerte catástrofe que afecta al mundo entero y debilita los sistemas económicos, comerciales, sociales y políticos, por ende las naciones ya han comenzado a recapacitar: los países han aprendido de las crisis, cuáles son sus debilidades ante una emergencia mundial para modificar sus planes y ser más eficientes si aconteciera una nueva emergencia global.
Países como Estados Unidos, China, y España , que sonlos más afectados, se han adelantado en la organización de mecanismos de planificación estratégicas para salvaguardar a sus ciudadanos, y combatir las diferentes recesiones económicas, que son planes a corto plazo que pondrán en marcha una vez se “aplane la curva de propagación”, es decir, cuando pase la crisis de la pandemia.
Las naciones han aprendido a estrechar la mano a otros estados más vulnerables, orientando sus recursos al sistema de sanidad público. Debido a la crisis, los países rehicieron centros de investigaciones de enfermedades, adaptaron planes de contingencia de emergencia y países que no contemplaban ningún lineamiento se unieron al protocolo de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los países europeos se han visto fuertemente golpeados por las grandes cantidades de muertos a causa de la pandemia. Giovanni Padrón, médico venezolano residenciado en Madrid, comenta que “en España ya se habla de los hospitales como un santuario, cosa que antes no era tan valorada. El Estado ha colocado el 1000% para que no falte absolutamente nada, y es lo que deberían hacer todos los países: que se den cuenta que el sector salud es el que está dando la talla”.
En consecuencia, se puede apreciar que cada nación está reflexionando, mejorando y aprendiendo cada día en cómo hacerle frente a una crisis como esta, para tomar medidas de acción más efectivas en próximas emergencias.
El desafío principal es detener el virus y que no existan más pérdidas humanas. Según la Comisión de Prevención de China “hemos aprendido que la prevención es nuestra mejor aliada, que debemos asumir los riesgos, calcular pronósticos de pérdidas y elaborar planes de bienestar para las empresas”. Mencionan que luego de que pase la pandemia, los países deberán reunirse para conversar sobre otra posible amenaza: el cambio climático.
Especialistas de Harvard mencionan que los países ya tienen que modificar los hábitos de movilidad y consumo, con el objetivo de generar un menor nivel de contaminación para “espantar” al calentamiento global, que sin duda, puede llegar a ser otro desequilibrio que afectará a todo el planeta.
Más allá de la pandemia del Covid-19 y del estado de alarma, se plantea qué sucederá después de que pase la enfermedad. ¿Habrá crisis económica? ¿Cambiarán los hábitos sociales? Estas son las preguntas que empieza a circular en medio de la incertidumbre.
Los economistas Daniel Lahoud, profesor de la Universidad Católica Andrés Bello, y Steven Palmitesta, profesor de la Universidad Santa María, analizan el contexto de la economía global, estimando una hipótesis sobre un shock de oferta.
“Un shock de oferta es que las empresas no son capaces de vender y las personas no son capaces de comprar, todo esto debido al cierre por medidas preventivas. Por ende es un shock de oferta y no de demanda, porque por ejemplo si le dan más dinero a las personas, estas no van a ir a comprar” explica Palmitesta.
Todo depende de que las empresas sobrevivan a este período, manteniendo una línea de crédito. Para Daniel Lahoud “lo que pueda venir pronto puede ser una recuperación económica acelerada, algunos países desarrollados están optando por implementar un paquete de ayuda, es decir un paquete económico que salvaguarda la estructura económica. Ahora bien, en un país que no tenga estas capacidades y que no tenga ni para imprimir papel, como es el caso de Venezuela, es difícil dar un hipótesis clara”.
La recuperación económica es una idea positiva y factible. Tener las industrias instauradas ya sería un avance, apenas tengan la disponibilidad de apertura sus puertas continuarán trabajando incluso a su máxima capacidad, y se estima que la recuperación pueda tomar el tiempo de un trimestre en relación al tiempo total de la pandemia, según Steven Palmitesta.
A nivel social la pandemia ha aumentado el uso de la tecnología y ha incrementado las relaciones digitales. Por ejemplo ha sido de gran utilidad el trabajo a distancia o freelance, donde las reuniones de trabajo se realizan por videollamada. La concepción social ha cambiado y se ha ajustado a las necesidades que presenta la sociedad en estos momentos.
Muchos países aún buscan soluciones y aprenden de este acontecer mundial.
2020-03-30
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