Jesús M. Gambús [email protected]
El gobierno del presidente Nicolás Maduro ve en la explotación del llamado Arco Minero de Guayana como otra gallinita de los huevos de oro que puede paliar los contratiempos sufridos por la industria petrolera en los últimos años.
Otros, menos ven en los planes del Ejecutivo la consagración de un plan entregista a intereses foráneos y transnacionales que desdicen la política del socialismo del Siglo XXI.
En otro escenario figuran los que manifiestan su contrariedad porque las autoridades gubernamentales han incluido en el banquete al estamento militar para saldar sus deudas por “los favores recibidos”.
El cuarto elemento lo conforman los sectores ambientalistas que alertan ante los riesgos que corre un ambiente frágil en los que viven etnias diversas que no han sido consultadas de los planes de explotación de oro, cobre, diamante, coltán, hierro y bauxita, entre otros, como están obligados por las leyes.
Los inversionistas. Una nueva leyenda de El Dorado se teje en la franja de terreno de 111.847 Km2, equivalente al 12,2% del territorio nacional, al norte del estado Bolívar, y al sur de la Faja Petrolífera del Orinoco.
Las estimaciones indican que en un lapso de 25 años, la explotación podría generar 100.000 millones de dólares, un salvavidas para los dolores de cabeza de la economía venezolana.
Con esta estimación de “bajo riesgo valórico”, según el presidente de Pdvsa, Eulogio Del Pino, unas 150 empresas nacionales e internacionales se han interesado en el “motor” y se han suscrito acuerdos para el financiamiento y la certificación del Arco Minero.
Entre las interesadas, empresas de China y el Congo, destaca la firma canadiense Golden Reserve, un consorcio que regresa al país, tras una larga disputa judicial con Venezuela, a raíz de la intervención que de su concesión hizo el presidente Hugo Chávez.
Las diferencias en el Centro internacional de Arreglo Diferencias. se han resuelto con su reinserción en el negocio en calidad de socio con Venezuela. Ese acuerdo significa que de principio la nación se ahorra 740 millones de dólares que debía cancelar por las demandas ganadas por su actual socio.
Triangulación. En entrevista al Diario de Guayana, el pasado nueve de mayo, el dirigente de la Unidad, Jorge Carvajal vio con recelo la incorporación al “octavo motor” a una firma del Congo: “Este contrato de minería con un país con el que ni siquiera tenemos relaciones comerciales, llama más la atención, a menos que se trate de una triangulación para beneficiar a los cubanos”.
El director de Econométrica, Henkel García aprecia positivamente la activación del sector minero, pero lamenta que el capital nacional haya sido excluido.
El experto cree que el país sería más beneficiado si la explotación ocurriera en un marco de más libertades económicas.
Asumiendo el desafío de la explotación con socios extranjeros, Carvajal refirió que en con la nacionalización de la Orinoco Mining Company y la Iron Mining, los venezolanos tomaron el control de la industria y recordó el alto nivel de los profesionales de las escuelas de geología y minas e ingeniería geológica de la UDO y la UCV.
2016-05-19