Andrea Villa
El oficio de la carpintería es uno de los más antiguos y populares del mundo, pero en Venezuela en los últimos años se ha visto afectado por la crisis y su actividad ha disminuido en gran medida. Los materiales ya no se consiguen con la facilidad de antes, los costos son altos y se mantienen en aumento, lo que ha bajado la producción.
Los carpinteros han expresado que los precios están muy elevados, en especial de todo lo que es material de carpintería, laqueado y pintura, y por ello la cantidad de trabajo ha bajado.
Los materiales más utilizados son los laminados MDF, los precios varían dependiendo de las medidas, pero una lámina promedio de 1.80m x 2.44m está costando alrededor de Bs 6 millones y con ella no alcanza ni para hacer un mueble pequeño. Un trabajo de un apartamento pequeño completo, solamente en materiales, se lleva aproximadamente 500 millones de bolívares.
Por la inflación, los ebanistas no están haciendo presupuestos. Muchos han optado por cobrar de acuerdo a porcentajes en base a lo gastado en materiales. Los porcentajes se ajustan acorde a la complejidad del trabajo.
El cliente puede encargarse de encontrar los materiales o facilitar el dinero para que el obrero lo haga.
Los altos precios influyen en la falta de trabajo. César Inostroza, carpintero independiente, comenta: “La gente tiene otras prioridades, con las crisis hay cosas más importantes como la comida. Al no alcanzar el dinero se dejan de lado las necesidades secundarias o comodidades como la carpintería”.
Las tareas que más están realizando ahora los carpinteros son las reparaciones, son pocos los trabajos que salen para realizar muebles nuevos. Las personas han optado por recuperar sus muebles antiguos pues no se pueden dar el lujo de comprar cosas nuevas. Inostroza expresa: “Cuando vemos un producto utilizado que puede ser reparado, le hacemos hincapié en eso al cliente, para por lo menos tener un trabajo que permita mantener abierto el negocio”.
Muchos caraqueños consideraron que utilizar este tipo de servicios es un lujo. Están invirtiendo el podo dinero que entra en sus hogares para cubrir necesidades básicas: “¿Mandar a hacer un mueble o una mesa? No, si ahora uno hasta para reparar se pone en plan “hazlo tú mismo”, manifestó Leandro Martínez.
Muchos trabajadores de este oficio han optado por emigrar, en especial aquellos extranjeros que aprendieron el arte aquí, comenta el ebanista. En países sudamericanos hay bastante posibilidad para los carpinteros independientes, pues los trabajos, diseños y materiales son muy parecidos a los de aquí. En cambio, en países europeos es un poco más difícil, pues las compañías grandes son las que se encargan de realizar los muebles industrialmente.
2018-03-18