Valeria Rodríguez Villapol | [email protected]
Venezuela ha mostrado, históricamente, una alta dependencia de la renta petrolera; sin embargo, actualmente con la sobreoferta de crudo y la merma de los precios, la industria nacional parece perder su capacidad de producir rentablemente, por lo cual clientes tradicionales han tenido que buscar otras opciones de suministro.
Expertos en la materia petrolera señalan que hay causas tanto internas como externas de la baja de la producción venezolana. El economista petrolero Rafael Quiroz Serrano señala que la producción viene cayendo desde hace tres años, con un declive más pronunciado en los últimos seis meses, y que en este momento es de 2,4 millones de barriles diarios.
El envío de crudo a Cuba y a España evidencia las consecuencias de dicho descenso. Según datos de Pdvsa, la exportación a la isla disminuyó en un 40% en el primer semestre del año y se conoció que ante esta situación, el régimen ha buscado auxilio en otros proveedores, razón por la cual Argelia hará su primer envío de 515.000 barriles a Cuba en el mes de octubre.
En el caso de España, que según datos de Reuters fue uno de los primeros cinco destinos finales del petróleo venezolano en el 2015, la disminución del envío fue de 63,1%, los primeros meses de este año, la pérdida de este suministro ha sido en parte compensada por un aumento de la compra del petróleo iraní.
No hay pérdida en el mercado. Aunque es fácil asumir que la reducción de las ventas a estos socios es un gran problema, los expertos explican que esta no es la mayor preocupación, ya que en primer lugar ni Cuba, ni España son los principales compradores de Venezuela (los grandes compradores son Estados Unidos, India y China), y porque el meollo del asunto está en cómo va a lograr el país volver a aumentar su producción.
Carlos Mendoza Potellá, economista y asesor del Banco Central de Venezuela, defiende que no se corre un riesgo de pérdida de mercado sino que éste sigue a nuestra disposición, y en caso de aumentar la producción podremos vender lo que se produzca. Esto, porque los convenios sostenidos con China e India garantizan que se mantengan las compras de estos países. Y que en el caso de las otras naciones con las que tenemos relaciones comerciales en este rubro, Venezuela cuenta con ventajas geográficas y de cercanía que hacen poco conveniente que prescindan de nuestro crudo.
Por su parte, Quiroz Serrano explicó que “esos mercados, tanto de PetroCaribe como Cuba, para nada se pierden ya que están conexos a un contrato preferencial de suministro, que consiste en financiar parte de la factura petrolera entre un 20% mínimo a un 50%, dependiendo de las condiciones. Ningún cliente que tenga un trato preferencial va a dejar de ser cliente por mu-cho que le ajusten el suministro” del producto.
No obstante, Quiroz indicó que en el caso de España sí es más probable que se pierda el mercado, pero esto no significa que no se pueda recuperar más adelante, si se vuelve a producir lo suficiente.
Para el economista Quiroz, “el consumo petrolero sigue creciendo a menor velocidad que antes, pero se mantiene el aumento”, y esto, per se, es positivo.
Las razones tras la caída. El experto señaló como causas de la caída de la producción petrolera:
El cierre de taladros de empresas extranjeras que trabajaban en el país, por falta de pago, y porque Pdvsa no honra los compromisos debido a problemas de liquidez.
La irregularidad en el servicio eléctrico, porque una vez que se paraliza la planta, para restablecer su funcionamiento tarda días o semanas.
La falta de mantenimiento que, no se ha hecho adecuadamente, y el incumplimiento del protocolo de seguridad que genera accidentes y daños que muchas veces se dejan de reparar.
Finalmente, el economista también mencionó que se ha perdido mucho personal capacitado de alto nivel y con muchos años de servicio que se ha ido de la empresa en el último año, repercutiendo en su funcionamiento.
El sueño imposible. Mendoza Potellá explicó que uno de los problemas que enfrenta la explotación en el país es el envejecimiento de los yacimientos tradicionales que son los que se encuentran en los estados Monagas, Anzoátegui y Zulia, que tienen una tasa de declinación que pue-de ser contenida pero que no lo ha sido, ya que no se han hecho los esfuerzos por aplicar los métodos de recuperación secundarios, como lo son las perforaciones y las inyecciones de vapor.
También indicó que así como hay 17 mil pozos activos en este momento, hay 17 mil pozos con capacidad de producir pero que son inactivos, es decir, un 50% de los pozos no están siendo explotados.
Según el asesor del BCV, el descuido de estos yacimientos se debe a que los esfuerzos se centraron en la explotación de la Faja del Orinoco, que se ha convertido en un 40% de la producción petrolera, porque se planteaba invertir en un “mejorador” para el año 2016 o 2017.
“El énfasis se hizo en la Faja porque se estaba esperando que cada año íbamos a incorporar 200 o 250 mil barriles diarios más con un ‘mejorador’, que íbamos a aumentar unos 800 mil barriles diarios más para el 2019, y que entonces íbamos a llegar rápidamente a los cinco millones de barriles. Eso terminó siendo un sueño irrealizable, y a los niveles de precios actuales se hace más irrealizable aún”.
Mendoza recalcó que la inversión que estaba prevista para esos proyectos es inviable en el panorama actual ya que, según él, un “mejorador” para tratar 250 mil barriles diarios está por el orden de los 15 mil millones de dólares, y la inversión prevista por Pdvsa para aumentar la producción para el 2019 estaba estimada en 235 mil millones de dólares.
Recuperar a Pdvsa
Según Quiroz Serrano, para poder recuperar la competitividad de la industria venezolana tendría que haber cambios en las cinco fases de trabajo de Pdvsa; pero el primer paso sería la reinstitucionalización de la empresa, para que se dedique únicamente a la producción; es decir, descontarle las actividades que se le han asignado como distribuir alimentos, construir casas y otras tareas extrañas al sector.
Los pronósticos
Los expertos no se mostraron optimistas ante la posibilidad de que el sector se recupere en el corto o mediano plazo, por lo que Carlos Mendoza Potellá indicó que la opción para mejorar la economía es dejar de depender del crudo y optar por una actividad económica no extractiva.
Por su parte, Rafael Quiroz concluyó: “La situación va a agravarse porque en cuanto a ingresos fiscales no hay ninguna oportunidad de mejora. En otras palabras, lo peor todavía no ha pasado”.
2016-09-22