Carolina Arias | [email protected]
La situación económica y política de Venezuela ha tenido un particular impacto en la región insular, pues siendo la actividad turística su “plan A”, la recreación es uno de los principales gastos que se ha suprimido.
Ante esta realidad, los empresarios afirman que el “plan B” es reforzar el “A”, es decir, seguir haciendo propuestas para que la isla de Margarita sea el principal destino turístico de los venezolanos, y recobre la confianza del mercado internacional.
“Dentro del cúmulo de problemas asociados lo que más nos ha afectado es la caída de la conectividad”, asegura, José Yapur, expresidente de Conseturismo, porque para que el sector genere una economía sana, requiere mantener una ocupación de 80-90%, y con los vuelos que se tienen, escasamente puede alcanzarse un 40%.
En efecto, de los 220 vuelos semanales que en temporada baja recibía Margarita en el año 2013, ahora hay 90 en temporada baja, y unos 110 en alta.
También, el análisis que hace el presidente de la Federación de Colegios de Profesionales de Turismo, Francisco Briceño, da cuenta que en la recién temporada escolar, del 17 de julio al 17 de septiembre, ingresaron a la isla 38 mil 642 pasajeros, cuya estadía promedio fue de 3 noches y 4 días. “Eso significa una caída abrupta de 88.11% y una ocupación hotelera de apenas 4,49%”, detalló el gremialista.
Se restan los servicios. A la caída de la conectividad para sostener el turismo, los empresarios no saben si sumar las fallas de los servicios, o contarlo como la resta que significa para la imagen y calidad de lo que se ofrece en la región.
Igor Viloria, presidente de la Cámara de Turismo de Nueva Esparta, dijo que alarma el creciente deterioro de los servicios básicos como el agua y la electricidad. Hasta 9 horas de racionamiento diario de luz tienen los hoteles por un plan de ahorro energético, sumado a los cortes que desde mediados de agosto, en plena temporada, se registran en todo el estado, por la pérdida de vida útil de una turbina de la planta Juan Bautista Arismendi que disminuyó la capacidad de suministro de energía.
En las comunidades la suspensión del servicio va entre 2 y 5 horas diarias, pero se reportan casos de hasta 10 horas sin luz. Se han hechos protestas ante la sede de Corpoelec, diputados entregaron un documento solicitando un plan de inversión que minimice los problemas, el Colegio de Ingenieros de Nueva Esparta advierte que las decisiones erróneas no permiten mejorar la oferta de energía, la Cámara de la Construcción dice que las factibilidades de servicio están suspendidas, a lo que la estatal eléctrica solo afirma que están haciendo todo lo correspondiente para aumentar los kilovatios a lo necesario para cubrir la demanda.
En cuanto al servicio de agua, eterno problema porque la fuente de suministro está en el estado Sucre, en los últimos meses el Gobernador ha instalado plantas desalinizadoras en algunos sectores, pero la opinión es que son soluciones muy puntuales, de corta visión, y que no hacen engranaje turístico, porque el suministro general no aumenta ni en días ni en cantidad.
El abastecimiento en la región es de ciclos de entre 8 y 15 días, pero hay comunidades que denuncian hasta 15 días sin recibir el preciado líquido.
Al respecto, Viloria insiste en que es necesario que se planteen soluciones efectivas para recuperar la plena operatividad turística y comercial.
Comercio no ve divisas ni luces. Otra de las realidades que ha vulnerado la economía local es la falta de divisas, por el impacto que ha significado para el puerto libre que vive de la importación.
El presidente de la Federación de Trabajadores del estado Nueva Esparta (Fetraesparta), Lorenzo Salazar, afirma que en la actualidad hay una tasa de desempleo entre 25 y 26%, y el sustento de la cifra proviene de la debacle del puerto libre, el turismo y la construcción, por haber sido fuentes principales de empleo.
De hasta 40 atraques mensuales en el puerto El Guamache, de barcos con mercancía para el comercio, ahora llega uno al mes.
Más de 600 negocios de puerto libre han cerrado, por la imposibilidad de asumir los compromisos laborales.
Como agregado en las últimas semanas, ha afectado la situación de la falta de dinero en efectivo y la caída de conexión a internet que afecta los puntos de venta. El presidente de Fedecamaras regional, Andrés Rodríguez, calcula una caída de 50% de las ventas del comercio.
En los diferentes sectores las soluciones que se plantean es definir estrategias en función de la insularidad, pues aseguran que esa condición es en definitiva la que define las vulnerabilidades pero también el potencial de la región.
2017-09-23