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Jubilaciones del TSJ dan que hablar

Jueves, 15 de octubre de 2015 a las 07:30 pm
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jesús m. gambús
jgambú[email protected]

La cercanía de las elecciones parlamentarias y la eventual afectación de las funciones de los diputados a juramentarse el año próximo, elevaron aún más la intensidad de las reacciones de representantes del sector jurídico ante la luz verde concedida por el Tribunal Supremo de Justicia a la jubilación de trece magistrados.

No es la jubilación propiamente el punto más cuestionable en opinión de los expertos consultados, es el método empleado que intenta tener una apariencia legal.

“Tu puedes tener el derecho de jubilación. Todo funcionario público de carrera tiene ese derecho, pero aquí creo que el objetivo no era jubilar a un funcionario público., sino mantener el control y el poder político sobre el TSJ, Así lo estima el doctor Gerardo Fernández al destacar que con la decisión se afecta la autonomía y la independencia del Poder Judicial.

“Aquí hubo mala fe. Aquí hay dolo. Aquí la intención de defraudar la constitución. Todos esos magistrados vencían su período en 2016, y era a partir de ese momento donde se activaría la nueva composición del Comité de Postulaciones Judiciales y a partir de ese momento en que la nueva Asamblea Nacional designara el nuevo Comité de Postulaciones Judiciales y abriera el procedimiento para el nombra- miento de magistrados principales y suplentes correspondientes al 2016
La jubilación se adelantó más de un año esto, con dos objetivos: seguir controlando políticamente al TSJ y para vaciar de contenido a la nueva Asamblea Nacional , subrayó el entrevistado

Repetición. No es una sorpresa para el doctor José Vicente Haro la decisión del Supremo con el acuerdo de jubilación de magistrados. Es en sus palabras, la repetición en cierta forma de un hecho ocurrido en diciembre de 2012 cuando el presidente Hugo Chávez partió a Cuba y emitió líneas a seguir ante las disyuntivas que le planteaba su salud.

En aquella ocasión, recuerda Haro, el Tribunal Supremo procedió a jubilar a funcionarios y a dar paso a otros afectos al proceso político.

No es una sorpresa, subrayó de nuevo el entrevistado , la decisión del máximo tribunal, pues en los corrillos tribunalicios se daba por descontado una medida de esa naturaleza que busca mantener atornillados por doce años a magistrados que resulten de la designación.