Erick s. Gonzalez c.
La frecuencia con la que los clientes dejan dinero en los cochinos es de tres cada cuatro horas, según señalaron varios vendedores de las tiendas de Sabana Grande; sin embargo lo máximo que dejan son 20 bolívares.
Si ese ritmo se mantiene hasta el 15 de diciembre -día que parten los cochinos- las alcancías podrían llegar a tener al menos 3 mil bolívares, en otros casos podrían llegar a tener hasta más. Dividir esa cantidad de dinero entre cuatro empleados, apenas alcanza para comprarse un perro caliente.
Algunos trabajadores señalaron que no esperan con mucha emoción ese dinero, aunque tienen la esperanza de poder llegar a completar las metas impuestas de colectar la plata y tener una “buena tajada” para estas navidades.
En promedio, “promotores” aseguran que en tres semanas sólo han colectado Bs 3.000
“Los cochinitos de este año estarán muy flacos”, sostuvo María Bencomo, empleada de una tienda de zapatos en el bulevar de Sabana Grande. Las perspectivas para este año, en cuanto a las propinas que dejan algunos clientes en las alcancías, no son muy favorables debido a los problemas económicos en el país.
Los cochinos de diciembre están en la mayoría de las tiendas de los centros comerciales y bulevares caraqueños. La propina que dejan los clientes usualmente depende del servicio que se les presta a los empleados en los almacenes y negocios.
Billetes de 20, 10 , 5 y de 2 bolívares son los que dejan los clientes en muchas de las alcancías. Poca es la frecuencia con la que dejan billetes de 100 y 50 bolívares, en cualquier tienda.
“La gente está muy dura para poder soltar la propina”, señaló Ericka Suban, empleada de una licorería en Chacaíto, quien explicó que el año pasado se llegó a sacar al menos 24 mil bolívares, los cuales se dividieron entre los empleados del local.
Explicó que para este diciembre no cree que muchos vayan a dejar algo a la alcancía debido a que ese dinero ahora es usado para otros gastos más importantes, como el pasaje del transporte público, por ejemplo.
Restaurantes. Al igual que su ambiente, en los restaurantes y ventas de comida rápida también se las ven difíciles para que los clientes suelten algunos billetes para el cochinito.
Varios usuarios señalaron que el problema para dejar la propina al cochino es generado por los altos precios en los puestoS de comida, ya que sólo para un desayuno ya se tienen que gastar más de 1.000 bolívares.
"A partir del 15 de diciembre abrimos el cochino para ver qué le sacamos, pero como van las cosas no creo que lleguemos a mucho", sostuvo Freddy Paledo, empleado de un restaurante ubicado dentro del C. C. Chacaíto.
Balas frías
Los perros calenteros tampoco se salvan de la situación. Desde hace más de una semana el cochinito de Luis Martínez, vendedor de hamburguesas, en Sabana Grande, está instalado en su puesto, pero apenas ha conseguido que cuatro personas les dejen una "bombita".
“No creo que vaya a llenar muchos bolsillos con lo que saque del cochinito cuando lo termine de abrir. Es triste esta situación tan precaria que vivimos todos los venezolanos, que hasta las ganas de dar se han ido”, señaló.
Explicó que el cochinillo era una tradición muy bonita, con la que se contaba todos los años, que a pesar de ser complicada para colectar, siempre hubo "alguito".
Vendedores confiensan que muy pocos clientes dejan para engordar la tradicional alcancía. No creen que la cosa mejore, por lo cual estarán flaquitos el 15 de diciembre, cuando toca repartir lo recaudado.
2016-11-21