Zairet González Ramírez | @ZaiLez
Los Comandantes Hugo Chávez, Francisco Arias Cárdenas, Yoel Chirinos, Jesús Urdaneta y Miguel Ortiz Contreras formaban parte de una organización conocida como Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200), encabezaron el 4 de febrero de 1992 a 14 mayores, 54 capitanes, 67 subtenientes, 65 suboficiales, 101 sargentos y 2056 soldados en un intento de sublevación contra el entonces presidente de la República Carlos Andrés Pérez.
Una agrupación clandestina dentro de las Fuerzas Armadas conocida como Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200), liderada por los tenientes coroneles del Ejército Hugo Chávez, Francisco Arias Cárdenas, Yoel Acosta Chirinos, Jesús Urdaneta y Miguel Ortiz Contreras, quienes se plantearon como misión ejecutar ese día la denominada Operación Zamora.
Desde las once de la noche del 3 de febrero al menos 2300 soldados de Distrito Federal, Aragua, Miranda, Carabobo y Zulia fueron movilizados para ejecutar el golpe de Estado.
Maracay, Maracaibo y Valencia fueron tomadas con éxito en las primeras horas de la madrugada.
La estrategia para la capital exigía la toma de La Casona, las alcabalas principales de Fuerte Tiuna, el Museo Militar, la base aérea de La Carlota y Miraflores. El fuego se desató con fuerza, pero a esta hora los alzados ya estaban sometidos en la mayoría de estos puntos de la ciudad.
Al caer la medianoche la unidad de paracaidistas, encabezada por Hugo Chávez, atacó el Palacio de Miraflores, ingresando con una tanqueta con el objetivo de capturar al presidente Pérez, quien minutos antes fue advertido por su ministro de la Defensa Fernando Ochoa Antich logrando así salir ileso y se trasladó a la sede del canal televisivo Venevisión desde donde se dirigió a los insurrectos:
"Oficiales y soldados les habla su Comandante en Jefe. Su obediencia es para conmigo".
El plan sólo falló en Caracas, donde la operación estaba a cargo de Chávez.
Lugo de varias horas de enfrentamientos y viendo que no había logrado la toma de palacio, Chávez, como cabecilla de la intentona ya rendido, hizo un llamado a sus seguidores:
Una vez rendido Chávez y quienes comandaron la operación fue detenida. Sin embargo durante el gobierno de Rafael Caldera, todos recibieron indulto presidencial.
Lo que en su momento los militares señalaron como razones para llevar adelante la insurrección era la gestión económica y política del presidente Pérez, las políticas “neoliberales” que aseguraban producían un inmenso atraso en la población, en cuanto al acompañamiento del “sentimiento civil”.
El descontento de los sectores medios y bajos de las Fuerzas Armadas despuntaba por los hechos de corrupción verificados en los altos mandos militares y la subordinación de las Fuerzas Armadas ante un liderazgo político que consideraban incapaz y corrupto; la utilización de las Fuerzas Armadas, en particular del Ejército y de la Guardia Nacional, en la represión del Caracazo.
Del mismo modo el deterioro de las condiciones socioeconómicas de la oficialidad media y baja y de las tropas quienes destacaban como una de sus banderas, pues lo consideraban un irrespeto a la institución, el empleo de las Fuerzas Armadas en labores como repartición de útiles escolares, becas alimentarias, campañas de vacunación y de arborización.
FOTOS: Archivo BDA
2017-02-03