2001.com.ve | Alexon J. García R. @alexonjgarcia
El 2019 está pronto a terminar, y junto con él el año en el que la Asamblea Nacional (AN) tuvo más fuerza y autoridad desde que la oposición ganó la mayoría en las elecciones parlamentarias del 2015.
Sin embargo, todo no es color de rosa; persecución de diputados, allanamientos de inmunidad parlamentaria, casos de corrupción e incumplimiento de ciertas promesas son algunas de las acciones que empañaron el año del órgano legislativo, declarado "en desacato" por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en el 2017.
A pesar de haber comenzado un año con las más altas expectativas, luego de que el jefe de la AN, Juan Guaidó, se proclamara como presidente encargado el 23 de enero, las esperanzas de muchos venezolanos fueron en picada con el pasar de los meses tras ver como "recalentaban" muchas medidas adoptadas anteriormente y que no ofrecieron respuestas concretas a la sociedad opositora la administración de Nicolás Maduro.
"Ciertamente, al inicio del proceso, con la proclamación del interinato, despertó gran esperanza en un pueblo cansado de la cruenta situación que padece, pero al correr el tiempo, la realidad del poder pone de relieve la frustración", destacó el politólogo Luis Gil en declaraciones exclusivas para 2001Online.
Las expectativas de aquellos que quieren ver al chavismo fuera del Palacio de Miraflores se acumularon en las promesas ofrecidas durante el interinato presidencial asumido por Guaidó a comienzos de año, el cual estuvo apegado a los artículos 233 y 333 de la Constitución nacional.
Luego del inesperado, aunque muy solicitado, escenario, cada acción emanada de las sesiones del Palacio Federal Legislativo provocaba un enaltecimiento nacional, e incluso internacional –véase los nombramientos de representantes en diferentes naciones y en filiales de empresas del Estado-, debido a que más de 55 países reconocen al electo diputado por el estado Vargas como la máxima autoridad del Ejecutivo. A pesar de ello, la ruta que se plasmó hace 11 meses no termina de concretarse, lo que hace pensar que la fuerza que mantuvo encendido ese bombillo de ilusión perdió su intensidad con el transcurso de las semanas.
"La dinámica de este año ha servido para que una élite acumule poder, derivado de un espejismo llamado ‘gobierno interino’, mediante el cual se incrementa el poder económico de estos grupos; caso Citgo, Monómeros Colombo-venezolano, pago del bono de PDVSA 2020, son ejemplos mostrados a la opinión pública que nos arrojan indicios en esta materia", señaló el especialista.
DIVISIÓN INTERNA A LA VISTA
Al menos dos fuertes casos de corrupción nublaron lo "limpio" que la opinión pública veía a los diputados de oposición, a pesar de las razonadas incertidumbres. El caso de despilfarro de dinero con respecto a la ayuda humanitaria y militares exiliados fue el inicio de la lluvia de dudas, ya la cuestión de la "compra de parlamentarios" de la Comisión de Contraloría fue la inundación que terminó por sepultar la confianza de muchos.
"De la manito de la unidad se pasó a la dispersión de los muy diversos intereses y formas de ver la situación; la lógica pugna por la distribución del poder derivado fue perforando una unidad ya frágil, y como resultado; el desánimo, el deterioro y la falta de salidas estructuradas a la crisis", acotó Gil.
Mismo caso sucede con la designación de nuevos rectores para el Consejo Nacional Electoral (CNE). Actualmente hay dos aceras; una considera necesaria la pronta implementación de esta medida para generar seguridad en unos posibles comicios, no obstante, existe otro grupo el cual pide que se cumpla a cabalidad el credo del interinato presidencial: "Cese de la usurpación, Gobierno de transición y elecciones libres".
Ante este escenario, el politólogo afirma que lo que le espera al ente legislador el próximo año son unas elecciones con un nuevo CNE. "Más allá del debate entre legitimidad o no; habrá un nuevo parlamento y un reacomodo del poder y el petróleo será el Centro de este", aseveró.
Aunado a todo esto está el caso de la reincorporación de los diputados electos por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), acción que para mucho es tan solo una jugada para logra una implosión parlamentaria. "Deberían armar una directiva en donde participe uno de ellos y recomponer las cosas; eso podría ayudar a levantar el desacato", aconseja el experto.
"Urge un proyecto nacional que procure el orden y establezca un nuevo entendimiento de los factores de poder", finaliza Gil.
2019-12-18
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