Jesús M. Gambús| [email protected]
Una de las tareas que debe asumir la sociedad venezolana es el reconocimiento al esfuerzo, expone el presidente de Conindustria, Juan Pablo Olialquiaga.
Ese reconocimiento pasa por ofrecer sueldos que deben incrementarse en función del nivel de preparación y formación.
Para Olalquiaga este punto es vital, de lo contrario, como apuntaba en una reciente alocución en un foro de la Universidad Metropolitana, "¿para qué gastar tiempo y dinero en estudiar? ¿Si un bachaquero gana más, para qué estudiar?"
Más adelante, en ese mismo foro universitario, Olalquiaga expresaba "Cuántos muchachos están estudiando, en este momento, ingeniería industrial o de producción para ir a trabajar en unas fábricas que por causa de la ley de costos y precios no van a ser capaces de pagarles mucho más de lo que se le paga a un obrero calificado? Entonces, ¿nos hace falta preparar ingenieros industriales o de producción? Para que los contraten en cuál otro país?"
Olalquiaga pone el dedo en qué tipo de industria se quiere establecer en el país. La pregunta es válida ante la coyuntura que vive el país y la diversidad de opiniones al respecto.
El dirigente empresarial advierte el riesgo de la tentación de fabricar productos "de bajo valor agregado o lo que otros utilizan como materias primas", porque hay un ciclo perverso de producto barato, bajo requerimiento profesional, bajo sueldo, desincentivo a la formación académica, y así vamos haciendo productos cada vez más básicos.
Lea más de este tema especial en su Diario 2001
2016-01-27