Advocación de la Virgen María, patrona perenne de los estados Nueva Esparta, Sucre, Monagas, Anzoátegui, Delta Amacuro y Bolívar; arropó con su manto por toda la eternidad al oriente de Venezuela. Mística protectora de los pescadores y guardiana también de la Armada Bolivariana: Nuestra Señora del Valle, madre milagrosa.
Tal día como hoy, un 8 de septiembre pero del año 1911; el obispo Antonio María Durán de la Diócesis de Santo Tomás de Guayana, realizaría la debida coronación de la Virgen del Valle, por lo que es este día que se toma su tradicional celebración.
Pero, todo se remonta a mucho más atrás… La Virgen llega en 1526, a Cubagua; a una población isleña en el Caribe venezolano y bautizada como Villa de Santiago.
Dos años más tarde, en 1528; el poblado toma rango de ciudad y obtiene un importante apogeo económico, con lo que pasa a denominarse Nueva Cádiz.
Los residentes españoles de la isla, encargan hacia el viejo continente traer una imagen que les sirviera como amuleto espiritual; pero al poco tiempo de llegar, un potente huracán azotó a Cubagua. Fenómeno natural en diciembre de 1541, que destruyó los negocios de perlas y otros elementos que brindaban prosperidad económica a la isla oriental.
Sin un lugar adecuado en Cubagua, la Virgen se embarcó hasta Margarita junto a todos los habitantes quienes también cambiaban de rumbo. En el actual estado Nueva Esparta, la imagen se colocó en una pequeña y rudimentaria iglesia; y además fue llamada Nuestra Señora de la Tempestad, por haber resistido el citado huracán.
En Margarita, cuentan los aborígenes Guaiqueríes, la Virgen se les apareció justo en el sitio donde hoy se ubica la basílica, en el Valle del Espíritu Santo. Misioneros católicos al escuchar el relato indígena, restaron importancia al hecho y dispusieron que la Virgen era de su propiedad. Es entonces cuando se le empieza a llamar: La Virgen de los Guaiqueríes, quienes no la entregaron y la mantuvieron bajo resguardo.
En 1555, piratas llegaron a la isla de Margarita y también se apoderaron del Valle del Espíritu Santo, destrozaron el lugar, robaron todo lo que pudieron, y quemaron todas las casas y además incendiaron la iglesia principal.
Pero aquellas llamas no calcinaron a la diminuta estatuilla de la Virgen del Valle, otros historiadores reflejan que simplemente la imagen católica no atrajo la atención de los asaltantes, lo que sí es cierto, es que de cualquier manera la Virgen sobrevivió.
De 1565 a 1568, La Villa del Valle en el Espíritu Santo se terminaba; y todos los pobladores pasaban a ser parte de la ciudad de Asunción. Pero la Virgen quedó en la iglesia de El Valle, por lo que sus primeros usos para referirse a ella desde Asunción, era decir: La Virgen que está en El Valle.
El nombre se popularizó, se entonó con el sentir de la isla; y poco a poco fue llenándose de visitas el lugar, para venerar a la Virgen milagrosa, patrona de los pescadores y madre de los marineros.
Los milagros de la Virgen del Valle
El primer milagro registrado, por escrito y en testimonio, se produce en 1608. La Isla de Margarita presenció aquel año una desoladora sequía que esterilizó las plantaciones y cultivos. Ante la falta de lluvias y de agua en toda esta geografía insular, líderes católicos ordenaron oraciones, procesiones y rogativas.
Entre las plegarias, se añadió para aquel momento la imagen de Nuestra Señora del Valle tanto afuera como desde su santuario… Era la primera vez que la imagen salía de aquel lugar, desde que fue traída de la vecina Cubagua.
Después de hacerla recorrer la población, con un cielo despejado y sin muestra alguna de clima lluvioso, así como por obra divina empezó a caer agua desde las alturas y las precipitaciones no se detuvieron, ni durante el día ni durante la noche.
Los habitantes estaban claramente sorprendidos, y atestiguaron que aquello era un milagro inesperado mediante la intervención de la Virgen en todo ese Valle. Por lo que en breves horas, una misa se realizó en su honor… Se prolongaba la fe.
Durante las guerras de Independencia, el general Juan Bautista Arismendi recibió un balazo en su pecho, pero aquel día no murió. El proyectil quedó sin poder sobrepasar una medalla que a él le colgaba con la viva estampa de la Virgen del Valle.
Seguidamente, con el transcurrir del tiempo; un pescador que se había sumergido en busca de perlas fue pinchado por una mantarraya en una de sus piernas muy cerca de un coral y tuvo que salir como pudo del agua, ensangrentado y por sus medios.
En la orilla, pobladores lo auxiliaron; pero poco pudieron hacer. Con el pasar de los días su pierna fue empeoró y su amplia herida se infectó. Médicos y sanadores que le observaron, indicaban que el único método para salvarle la vida era amputarle la extremidad.
Pero su mujer, una fiel creyente y repleta de fe, empezó a orar con fervor a la Virgen del Valle hora tras hora. De pronto, con las pocas atenciones que estaba recibiendo aquel hombre, su pierna empezó a sanar a y a mejorar con el pasar de los días y semanas. Domingo, como llamaban a aquel pescador, fue testigo junto a su esposa y demás familiares de aquel sorprendente milagro.
Domingo le prometió a la Virgen del Valle que iba a otorgarle primera perla que encontrara, hallazgo que emprendería en su honor.
Intrépido, el hombre ya curado, volvió al mismo lugar donde le hirieron. Una vez en el coral, logró extraer una gran ostra y al abrirla encontró una perla con la curiosa forma de una pierna humana. Esta perla incluso se mantiene hasta hoy día en el Museo Diocesano de El Valle del Espíritu Santo, donde puede ser aún admirada.
Donde quiera que haya un margariteño, está la Virgen del Valle
La devoción más antigua de Venezuela, ya sobrepasa incluso los límites orientales del país. La marcada expansión nacional trasladó esta feligresía hasta cada rincón de la República. Sus devotos y fieles se encuentran ya repartidos por toda la geografía Venezolana y también ahora en el mundo entero.
Iglesias y basílicas enteras, rinden especial tributo a la Virgen del Valle. Además, una réplica exacta de la patrona, se exhibe y se venera de igual manera en la ciudad de Tenerife, España. La estatua llegó hasta allí por influencia de residentes venezolanos.
En Caracas, la capital; y ciudad multicultural donde convergen y confluyen variopintos elementos de la feligresía venezolana, la Virgen del Valle también guarda un lugar especial en la importante Basílica de Santa Teresa.
Así, cada 8 de septiembre se realiza una fervorosa procesión de la Virgen por todo el pueblo de El Valle del Espíritu Santo en Margarita y se oficia una misa con la asistencia de los obispos más preponderantes del oriente venezolano.
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