Jefferson Díaz | [email protected]
La sede del Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea) queda en el bulevar Panteón, a pocos metros del Ministerio de Comunicación e Información. A ninguno de los que trabajan ahí les incómoda que el mundo sepa donde están. Precisamente, su trabajo es visualizarse, que los conozcan, que la gente sepa que ellos, desde 1988, luchan por los Derechos Humanos.
Su coordinador general, Rafael Uzcátegui, nos recibe usando una camisa manga corta negra con un logo bordado en el pecho que lo identifica como miembro de Provea. A pesar que la oficina la están pintando, Rafael ubica un espacio donde podamos conversar después de ofrecernos un vaso con agua. En su pelo hay seis dreadlocks, y su muñeca derecha luce una medalla de la Virgen María. Detalles que denotan su espíritu joven y la comodidad de sentirse parte de esta organización.
Provea nace por el Caracazo, un evento que marcó un antes y un después en nuestro país. ¿Crees qué, actualmente, están dadas las condiciones para que se repita?
-Son dos épocas diferentes. Si observamos la historia, Carlos Andrés Pérez llega a su segundo gobierno rodeado de muchas críticas, y cuando lanza su famoso paquete de medidas económicas, llamadas "neoliberales", la población lo vio como una ofensa. Parte de Venezuela estaba pasando hambre, y eso desencadenó en una revuelta social que no se había visto en el país. Pero ahora, si lo que llamabamos "neoliberal" estaba mal, es por no conocíamos el "madurismo". El gobierno venezolano está jugando con la necesidad de la gente. Al no ofrecer alternativas, al no dar su brazo a torcer con ciertas cosas: como la ayuda que necesita el sistema de salud; podemos estar ante un nuevo estallido social que no nos beneficia en nada.
¿Cuál creen que pueda ser la solución para salir de esta crisis?
-Primero, respetar la Constitución. No puede haber diálogo si no se respetan las leyes. Segundo, el gobierno debe dejar de poner trabas para hacer el referendo revocatorio. Yo estoy convencido que la Constitución del 99 será la que saque a Maduro del poder. Sin atajos, sin violencia. Nosotros tenemos los mecanismos democráticos para que el país se recupere y volver a hablar de una justicia plena.
En 17 años de socialismo, las organizaciones no gubernamentales, en especial las que velan por los Derechos Humanos, han sido invisibilizadas por el gobierno. ¿Cuál es su rango de acción actual?
-Denunciar y registrar. Si bien las organizaciones como Provea están para seguir una contraloría sobre la actuación de los gobiernos en materia de Derechos Humanos, y velar porque se cumplan, en Venezuela eso no pasa. Recibimos agresiones y amenazas, en programas de televisión del Estado nos acusan de "agentes del imperio" y que estamos patrocinados por "agentes desestabilizadores". Si supieran que muchos de los que estamos aquí viajamos en metro, también padecemos la escasez del país y que cuatro miembros de la directiva de Provea tienen medidas de protección ordenadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que este gobierno cumple a medias. Así nos amedrenten, nosotros seguiremos trabajando.
¿La situación con los Derechos Humanos siempre ha sido así en nuestro país?
-Lo que no recuerda este gobierno es que Venezuela fue una de las precursoras en nuestro continente en materia de Derechos Humanos. Rómulo Gallegos fue el primer presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Siempre, nuestro país, llevó la batuta en ese tema mientras América Latina vivió durante el siglo XX una serie de dictaduras. Y lo que no quiere recordar el actual presidente es que él se sentó en esta misma oficina cuando trabajaba para el Metro de Caracas, a denunciar que sus derechos eran violados. Los primeros abogados que visitaron a Chávez cuando lo metieron preso después del golpe de estado de 1992 fueron de Provea. Pero ahora, los que nos gobiernan, reniegan de eso y son los principales violadores de derechos.
¿Existe algún país que respete por completo los Derechos Humanos de sus ciudadanos?
-Mira, yo siempre recuerdo una vez que hable con el Embajador de Canadá en Venezuela. Él, palabras más palabras menos, decía que ni en su país había una garantía total de los Derechos Humanos, pero que los mejores esfuerzos en la materia salían del propio gobierno. Entonces, siempre podemos aspirar a estar mejor, pero con el apoyo de un sistema gubernamental que reconozco que esta materia es importante para el desarrollo de la sociedad. De lo contrario, sólo tenemos actores como las ONG y fundaciones que luchan desde sus trincheras para que sean escuchadas y las violaciones a los Derechos Humanos no queden impunes.
Como lo comentabas antes, ustedes han sido catalogados por el gobierno como "agentes del imperio" y que su financiamiento viene de entes extranjeros. ¿Quién financia a Provea?
-Nosotros somos muy transparentes al respecto. En nuestra página Web especificamos de dónde vienen nuestros fondos. Por ejemplo, tenemos un convenio con una fundación de Alemania a la cual le planteamos proyectos anuales y ellos evalúan si es viable. Cuando se da la aprobación, lo ejecutamos con su ayuda. También, participamos en licitaciones que lanzan fundaciones internacionales para apoyar causas humanitarias. Como cualquier otra ONG en el mundo, presentamos una propuesta para ver si es elegida. Esto no es nuevo, organizaciones como Amnistía Internacional y Greenpeace hacen lo mismo.
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