Con amplia experiencia en estudios sociológicos en el país, presidente del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), expresa que la coyuntura actual no tiene precedentes históricos. Asegura que motivos como la crisis económica y las fallas institucionales generan nuevas tipologías de delitos.
Briceño percibe con preocupación cómo en Venezuela los índices de violencia se han incrementado de manera desmedida, sin que se apliquen políticas eficientes que contribuyan a la regularización del hecho delictivo en el país.
El investigador establece la hipótesis de que el discurso que ha sostenido el Gobierno durante los últimos 16 años, ha generado que los niveles de delincuencia e impunidad se incrementen constantemente. Además, añade que los golpes de Estado y el irrespeto a la Constitución también contribuyen a que una suerte de anarquía arrope a la sociedad.
¿El venezolano se acostumbró a la violencia?
En la sociedad venezolana hay un “acostumbramiento” a la violencia y al hecho delictivo. Esto se mide en la modificación de los hábitos cotidianos de las personas y se percibe su impacto en la pérdida de libertad; muchos se cohiben de salir de noche, no ir a ciertos lugares, no transitar por ciertas autopistas, por el temor a ser víctimas de la delincuencia que azota al país. La situación urbana que vive Venezuela no tiene precedentes. Es similar a la que presentan países en guerra, o afectados por grandes desastres naturales. En ningún momento se podía pensar que los venezolanos no podrían desplazarse libremente por miedo a ser robados.
¿La crisis económica es un detonante de la violencia que actualmente vive el país?
La delincuencia en Venezuela convive y se retroalimenta con la crisis económica. Las dificultades actuales han fomentado un tipo de delincuente no profesional, porque deriva de la necesidad y el hambre que no existía en el país. Lo normal en Venezuela era que el delincuente robaba por un celular o unos zapatos, pero todo eso entra dentro de los estándares.
Hoy en día están robando por un paquete de harina. La gente tiene miedo incluso de hacer las colas por la gran posibilidad que existe de que sean robados.
Es la primera vez que en Venezuela realmente hay hambre, eso ha generado un nivel de delito donde si no se tiene qué comer mañana, los ciudadanos solo se preocupan por cómo conseguir comida, sin importar lo que cueste y las consecuencias que eso pueda acarrear.
¿Es Venezuela un país violento?
Venezuela naturalmente no era un país violento. En el siglo pasado Venezuela estuvo entre los menos violentos del continente.
Incluso, a mediados de 1960 la tasa de homicidios más baja que tuvo Colombia era mayor que la tasa de homicidio más alta que tenía Venezuela.
¿Qué generó que la violencia en el país llegara hasta este punto?
Históricamente hay tres momentos importantes que generaron que el índice de homicidios en Venezuela aumentara: El Caracazo, el 4 de febrero de 1992 y cuando Chávez llega al poder en 1999. La hipótesis que se maneja es que la violencia se incrementó por problemas de institucionalidad.
En esas tres etapas de la historia de Venezuela se quebraron reglas básicas con accio- nes como saqueos, golpes de Estado y hechos que violaron la Constitución.
¿Aumentaron los homicidios con la llegada de Hugo Chávez a la Presidencia de la República?
Totalmente, en 1999 Venezuela cerró el año con casi 6 mil homicidios, en el 2000 aumentaron aproximadamente a 8 mil y, según las ultimas cifras oficiales que fueron dadas en 2003, el número de homicidios llegó a 11 mil.
Incluso, en Venezuela, el momento en el que tuvimos mayor número de homicidios, fue cuando más riqueza tuvimos en el país.
Entre el año 2002 y 2010 el crecimiento de la violencia fue gigantesca
Ni las misiones socialistas, ni las políticas de Estado disminuyeron la violencia. Por el contrario, la aumentaron. Dentro de su ideología crearon planes como dejar de usar policías para reprimir, porque eso “es propio de gobiernos de derecha”.
¿Fue la violencia una política de Estado?
El Gobierno de Hugo Chávez optimizó la violencia como herramienta para hacer política. Vale recordar que su máxima consigna fue “Patria, socialismo o muerte”. Su discurso siempre se inclinó hacia la violencia, porque eso forma parte de la lucha de clases y la insurrección que el mismo Chávez propició.
La violencia incentivada por el Gobierno ha servido como herramienta de control social. La ciudadanía ha pasado de tenerle miedo a los cuerpos de seguridad, a temerle a los motorizados, colectivos y otros grupos oficialistas.
El gran problema para el Gobierno fue que esa violencia que ellos planteaban con un objetivo netamente político, se les convirtió en algo generalizado. La violencia de los pobres contra los ricos, se volvió en una violencia de pobres contra pobres.
¿Cuáles son los índices de impunidad que presenta el país?
En 1998, por cada 100 homicidios habían 118 detenciones. En el 2015, por cada 100 homicidios hubo solamente nueve detenciones.
El Gobierno estableció la impunidad como un organismo social porque ha creado normativas y leyes que se prestan para eso. Cuando a una sociedad se le demuestra que puede hacer lo que quiera y nada lo va a castigar, termina teniendo como consecuencia delitos como el robo, el asesinato, entre otros; porque el asesino sabe que no le va a pasar nada.
Cuando las leyes no son las que regulan la vida, el Estado se vuelve anómico. El Gobierno ha impulsado la impunidad en la sociedad porque ni ellos mismos respetan las leyes.
¿Es posible reducir los niveles de violencia con el modelo político actual?
Con la actual situación social, y con el Gobierno de Nicolás Maduro en el poder, no es posible pensar que vamos a reducir los índices de violencia en el país. Para hacerlo, se requiere restablecer el pacto social, la cooperación entre el poder nacional y los sectores sociales. Hay que reforzar las labores de los policías y actualmente no hay capacidad para hacerlo.
Sin embargo, con otro modelo es posible reducir la violencia en Venezuela, inclusive en un lapso de tiempo corto. Los homicidios pueden reducirse en dos años a la mitad. Lo lograron en Brasil, en Colombia.
Hay que mandar un mensaje bien claro de educación social, donde se demuestre que es mejor ser trabajador que delincuente. De igual manera, es necesario incentivar la cortesía, porque los valores logran regenerar los mecanismos de confianza y cohesión de las personas.
¿Hasta qué punto se puede llegar si no se toman cartas en el asunto?
Podemos llegar a un Estado donde todo se solucione por la fuerza y la violencia. La sociedad venezolana es notablemente pacífica, buena y correcta. El problema es que en la actualidad no hay ninguna razón para que la gente sea honesta, ni para que intente resolver pacíficamente un conflicto. La sociedad venezolana pudiese estar mucho peor si no fuese por la contención y la paciencia de los venezolanos.
Sin embargo, actualmente agredir a una persona se hace más cotidiano. Ya no se piensa en que la violencia es un acto inmoral, ni en las consecuencias que esto puede acarrear. En Venezuela el costo del delito ha caído exageradamente, La violencia ya no es el último recurso, sino el primero.
¿Los sectores populares siguen siendo los más violentos?
Los hechos delictivos, en su mayoría, siguen concentrados en los barrios. Lo paradójico del caso es que el 98% de los pobres de este país son personas honestas y trabajadoras.
El 84% de las víctimas de violencia en Venezuela son pobres. Más de la mitad de los secuestros son hechos a personas de clase media baja.
¿Son positivas las políticas impulsadas por el Gobierno para reducir los niveles de violencia en el país?
El Gobierno ha realizado ciertas políticas como la creación de canchas deportivas en los barrios, con la finalidad de reducir el índice delictivo en esas zonas.
El problema es que después que hacen la cancha, a la semana los traficantes de drogas se apropian de ese espacio. No se hace nada con construir la cancha si no se va a tener un control del lugar.
En esa medida, las bandas se convierten en el modo de socialización dominante en los barrios. Es decir, el individuo exitoso en el barrio es el delincuente, el traficante, el asesino. El delincuente pasa a ser el modelo a seguir porque tiene dinero, puede tener cualquier tipo de ostentosidad y puede ir a los mejores sitios.
2016-10-01