Carlos Carreño Zabala
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En 2016 se estrenaron 28 cintas venezolanas que fueron vistas por 429.773 espectadores, 60% menos de audiencia que en el año 2015 cuando llevaron a las salas a 1,06 millones de personas.
Evidentemente, la crisis que atraviesa el país ha encarecido la entrada para acceder a las salas de cine. La taquilla no solamente se ha visto disminuida sino también la cantidad de propuestas.
Los filmes criollos disminuyen en las salas y hasta el de factura independiente, que recoge todas aquellas obras al margen de los circuitos comerciales, con bajo presupuesto y optando a las más variadas formas de financiación, hoy tienen su pantalla en negro.
Dios y su ayuda
Realizar cine independiente en Venezuela cuesta Dios y su ayuda. Para Carlos Oteyza, cineasta e historiador (Carlos Andrés Pérez 2 Intentos; Tiempos de Dictadura), "producir cine en un país como el nuestro es un campo de altos costos, de inseguridad y de poca respuesta del público hacia las películas que se hacen".
El factor financiero es quizás uno de los mayores obstáculos para hacer filmes en Venezuela actualmente.
"Hace unos años hacer cine era más fácil porque había más estabilidad. Los actores y algunos técnicos o jefes de departamento se asociaban a la taquilla. Ahora eso no pasa, no tienen dinero para sostenerse y asociarse; todos quieren ser empleados y ganar dinero de inmediato. Esto complica las cosas", manifiesta Manuel Pifano, cineasta: (Solo en Casa; El Psiquiatra).
Con las uñas
A pesar de que en Venezuela no se realizan cintas en la misma proporción que en años anteriores, todavía existe un importante grupo de realizadores que se las ingenian.
"Cada realizador busca la forma de obtener los recursos para su filme como inversión personal, a través de amigos, del Estado, con fondos de afuera, etc", sostiene Carlos Oteyza.
Para Manuel Pifano, el cine independiente se puede realizar con autogestión. "Así lo hice yo con tres de mis películas. De los ahorros que me dejó mi cinta ‘Solo en casa’ compré equipos y financié mis otros dos filmes", cuenta.
Otra forma es obtener respaldo económico del sector privado o del público, a través de organismos como el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (Cnac) o de la Villa del Cine.
Rol del Cnac
El Cnac a través de la Gerencia de Desarrollo Cinematográfico financia a aquellos filmes de carácter no publicitario o propagandístico. Adscrito al Cnac también se encuentra el Fondo de Promoción y Financiamiento del Cine (Fonprocine) que permite estimular la producción de películas de factura local.
El programa abarca diferentes modalidades, como: desarrollo de guión, desarrollo de proyecto, producción de animación, producción de documental, entre otras. Además, ofrece una coproducción minoritaria.
En cuanto a los costos promedio de producción cinematográfica, el Cnac aprobó, en este 2017, la cifra de Bs. 79.408.989,24 para largometrajes de ficción, Bs. 35.224.194,31 para largometrajes de documental y Bs. 4.580.998,25 para cortometrajes de ficción, lo que refleja que hacer cine, así sea independiente, es costoso.
Financiamiento arduo
El Cnac parece el organismo ideal para obtener los recursos que cualquier realizador independiente necesita. Sin embargo, el proceso para que un proyecto aplique y, finalmente, logre el respaldo monetario resulta engorroso.
"En el Cnac hay una cantidad de normas y de filtros que buena parte de ellos parecieran bien intencionados, pero lo que terminan es entrabando. Hacer una película a través de este organismo es una de las cosas más complicadas del mundo, pero se supone que esas normas son como para evitar trampas y vivezas", señala Oteyza.
Los tiempos del Cnac también son muy tardíos
Los resultados parciales del I Corte de evaluación de proyectos cinematográficos del 2016 en donde se evaluaron las solicitudes para los posibles beneficiados fueron publicados a finales del año pasado, el 29 de diciembre.
De los 41 proyectos evaluados en el primer corte del año 2016, apenas tres fueron declarados seleccionados y tres recomendados elegibles, en tres modalidades. Poco más del 5% de las solicitudes recibidas.
¿Censura y autocensura? Los realizadores cinematográficos consultados coinciden en que los criterios que se utilizan en entes como el Cnac para que una cinta sea seleccionada y financiada, no están muy claros.
Algunos miembros de la industria cinematográfica consideran que en estos procesos la censura de los organismos públicos puede influir para escoger o no una película determinada. "Si algún proyecto es crítico con la realidad actual puede ser negado", concuerdan.
"En algunos casos en el Cnac está presente la censura pero hemos llegado al punto de autocensurarnos. Hay cineastas que ni siquiera comulgan con los pensamientos del poder y aun así por monedas o por beneficiarse se censuran y censuran a colegas", afirma Pifano.
"En el Cnac no está presente tanto el tema ideológico, que influye, por ejemplo, en la Villa del Cine, en donde las películas que selecciona el Estado son de propaganda. De allí no se puede estrenar ninguna película crítica frente a la realidad social o política venezolanas", sostiene Carlos Oteyza.
Pero más allá de la censura, los entrevistados coinciden en que es la autocensura la que tiene mayor papel protagónico a fin de optar por recursos en organismos del Estado. Es así que los solicitantes llegan incluso a modificar todo el argumento de su proyecto cinematográfico pa-ra ser seleccionados y contar con los recursos.
2017-01-27