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Las autoridades venezolanas acusaron el jueves a la Federación Internacional de Tenis de politizar el deporte y anunciaron que emprenderán acciones legales para reparar el perjuicio económico causado por su decisión de suspender por motivos de seguridad que Venezuela sea anfitriona de la próxima serie contra Perú por la Copa Davis de tenis.
El duelo decisivo del Grupo 2 por el ascenso al Grupo 1 de la Zona Americana se iba a disputar entre el 16 y 18 de septiembre en la ciudad oriental de Barcelona, a unos 245 kilómetros al este de Caracas.
El presidente de la federación venezolana, Luis Contreras, dijo en una rueda de prensa que la Federación Internacional de Tenis (ITF, por sus siglas en inglés) intempestivamente informó al organismo que tenía hasta el 8 de septiembre para proponer una sede neutral. De lo contrario, la serie se realizará en Perú.
"Es una sanción desde todo punto injusta, no más por el hecho de quitarnos la sede, sino por el tiempo", dijo Contreras, quien destacó que la información sobre la decisión de impedir que Venezuela albergue la Copa Davis llegó inicialmente por "medios no oficiales" y recién se oficializó la semana pasada, a escasos días de la competencia, lo que limitó las posibilidades de encontrar una sede neutral.
"En cuanto a los costos, son cientos de miles de dólares perdidos, que tampoco tenemos claro quién los va a resarcir porque hay compromisos, hay deudas" relacionadas con el hospedaje, medidas de seguridad, trabajos de infraestructura de una sede próxima a ser inaugurada, publicidad, entre otros, "y ahora no hay como recuperar ese dinero", destacó.
La ITF indicó que tomó la decisión por recomendación de sus asesores de seguridad. Venezuela enfrenta una grave crisis política, económica y social.
"La prioridad para la ITF es la seguridad de sus jugadores, oficiales y espectadores", expresó la entidad en un comunicado.
El presidente del Instituto Nacional del Deporte, Pedro Infante, expresó que "si tenemos la posibilidad en términos de tiempo y deportivo de plantear la sede neutral de Venezuela, la sede sería Cuba", pero eso dependerá de tener disponible en ese país una cancha que cumpla con las normas del torneo. En caso contrario "no quedará más remedio que ir a Perú" porque entre las sanciones se incluye la marginación de Venezuela para 2017.
"Esta decisión tiene carácter político, trata de mal poner a Venezuela. Por los daños ocasionados, vamos a demandar a la ITF", manifestó.
Eduardo Alvarez, presidente del Comité Olímpico Venezuela, resaltó que en lo que va del año se han realizado nueve eventos deportivos internaciones, incluyendo torneos clasificatorios a los Juegos Olímpicos de Brasil y el partido disputado el martes entre Venezuela y Argentina por las eliminatorias sudamericanas para la Copa Mundial de fútbol, "y en ninguno de esos casos ha surgido ni un sólo caso de inseguridad en el país porque han sido bien responsables los equipos de seguridad conjuntamente con el gobierno".
Argentina, que había puesto en duda su viaje a Venezuela debido a la tensión social y política que vive Venezuela, disputó su partido luego de recibir las garantías de seguridad, sobre todo en su recorrido de 70 kilómetros por una empinada y desolada carretera en horas de la noche.
Venezuela también por la Copa Davis a Paraguay en marzo sin ningún inconveniente.
"La Copa Davis contrata unos asesores de seguridad que son venezolanos y nosotros queremos saber quiénes están detrás de esto", dijo Alvarez, señalando que "ahora la ITF es una organización política y económica.
"Nosotros en estos momentos le preguntamos a la ITF por qué no se suspende la Copa Davis en Francia que ha tenido dos atentados terroristas… por qué no suspende la Copa Davis o los Juegos Olímpicos donde existe un golpe de Estado parlamentario, con manifestaciones en la calle", añadió el dirigente olímpico. Con información de AP.
2016-09-08