Redacción 2001 | Johan Azuaje
Los feminicidios y la violencia contra la mujer son un fenómeno expandido actualmente en Venezuela, a pesar de que en el país existen legislaciones que tipifican y castigan los daños físicos, verbales y psicológicos. Ofelia Alvarez, directora de la Fundación para la prevención de la Violencia Doméstica hacia la Mujer (Fundamujer) nos ofrece un panorama sobre el tema, asegurando que las denuncias de maltrato a la mujer "son poco atendidas".
Fundamujer es una fundación creada en 1992, cuando la Universidad Central de Venezuela hizo un convenio de cooperación interinstitucional con la segunda Casa de la Mujer del municipio Libertador, que promueve los derechos contra la violencia de las mujeres.
¿ Cuáles son los servicios que presta a las mujeres?
Atendemos a toda la población, a quienes vienen a pedir ayuda. Contamos con talleres en comunidades, talleres en la educación, y sobre todo para la prevención contamos con atención legal, y psicológica.
¿En qué se basa la violencia contra la mujer?
La violencia contra la mujer es un reflejo de la sociedad patriarcal, es un reflejo de una masculinidad mal entendida en donde el hombre aparentemente para resolver conflictos lo tiene que hacer de una manera agresiva. Yo creo que los jóvenes ya se están dando cuenta de que esa no es la solución de absolutamente nada, eso crea una situación de violencia de nuevo.
Pero también está la violencia femenina, del estereotipo femenino de la sumisión, son dos personalidades que se complementan negativamente y surge este asunto que no sabemos cuántas personas, ni cómo lo están viviendo millones y millones de mujeres, que esto es una pandemia en el mundo entero. En Latinoamérica Naciones Unidas estiman que una de cada tres mujeres sufre de esa situación, ha sufrido o sufrirá, porque la violencia está hasta en las leyes, nadie puede decir que no está violentado.
¿Podría darnos una aproximación sobre los casos de violencia?
En el año 2019 tuvimos 65 mujeres asesinadas, las que sabemos asesinadas, no las que están sufriendo, las que están secuestradas, y eso da más o menos lo que dice las Naciones Unidas de una a tres mujeres cada dos días, sacando la cuentas con los dedos, pero desde enero ya tenemos 39 casos, y en febrero fueron casi cuatro seguidas en el estado Mérida y eso empezó a poner en alerta roja. Terminamos con casi una mujer al día, porque terminamos con 29, ya tenemos 10 más.
¿Cuál es el perfil de las mujeres que recurren a la fundación con mayor frecuencia?
Los casos son diferentes, cada vida es diferente, comencemos por allí. Yo no voy a generalizar, pero sí he realizado mucha investigación, viene la gente a diferencia a como yo comencé, ya empiezan hablar de la violencia psicológica y la verbal, esa que te empieza a corroer el autoestima, esto no es un problema de cómo me comunico yo con mi pareja, ni autoestima, esto es un problema de poder, de control y de poder del hombre sobre el cuerpo y el pensamiento de la mujer que puede llegar a anularte, puede llegar como esta en la ley a un suicidio inducido.
Estos casos que vienen son muy variados y puede venir una persona que ya está bastante alienada pero acude a nuestros servicios de atención a través de los medios que es una maravilla, diciendo que no quiere seguir viviendo de esa manera. Pero también puede venir una persona por haber recibido golpes. Este no es un órgano receptor de denuncias legales, pero pasa que vamos a los órganos receptores de denuncias y no se las reciben.
¿Qué tipo de alianzas tienen con otros organismos?
La fundación está trabajando en estos momentos en alianza con el Centro de Estudios de la Mujer de la Universidad Central de Venezuela, que también tiene 27 años de existencia y siempre en sus programas de extensión ha podido atender casos y han hecho investigación al respecto, y con el Centro de Justicia y Paz (Cepaz) que es una organización de Derechos Humanos y sus abogadas.
¿A dónde remiten a las víctimas para apoyo legal?
Eso es con las abogadas, pero la remisión depende también de la explicación que se les da y de qué tipo de cosas quieren hacer, hay gente que tiene que acudir primero a la Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente (Lopna) con los hijos, porque aunque dicen “él es un buen padre”, que es una de las cosas alienantes en la mujer, los hijos están afectados también, entonces primero hay que atender a los hijos, porque eso también se da.
Luego las abogadas les explican, existen mujeres que aún están confundidas que han hecho denuncias en varios sitios y eso se confunde muchísimo y la mujer no termina siendo atendida. Nosotros tenemos hace mucho tiempo las Fiscalías de violencia contra la mujer y tenemos también los tribunales de violencia contra la mujer, eso lo deciden en base al caso las abogadas. Pero yo también puedo remitir, aquí no tenemos psicología clínica, nosotros nos vamos más allá porque este es un programa de extensión, pero tenemos alianzas con Médicos sin Fronteras. Es bueno resaltar que este no es un órgano receptor de denuncias.
¿En qué año se agudizan las agresiones y feminicidios en Venezuela?
Yo prefiero hablar del año 2019 – 2020 en donde la situación se ha puesto muy grave, nosotros tenemos un problema muy serio con los datos estadísticos, con la Comisión Interamericana de mujeres de la OEA ayer mismo terminamos de mandar una información en donde quedamos malísimo porque todas las cosas que son leyes en este país no se cumplen, que si tú no tienes datos estadísticos no sabes para dónde vas, no sabes cuales políticas desarrollar, no puedes ni avanza ni nada, porque no sabes. Tenemos un Ministerio y un Instituto de la Mujer que están dedicados a cuestiones políticas básicamente.
Casos de denuncia. “Existe un porcentaje, digamos que la mitad, en donde las mujeres han ido a denunciar y no les han tomado la declaración y no sé por qué no atienden los órganos receptores, este ente no tiene por qué poner su opinión, a usted le dicen una cosa y usted lo anota de la mejor manera posible para que eso pueda ir a una detención a un juicio. En el CICPC, por ejemplo, solo toman las agresiones físicas. Otra cosa que está sucediendo grave en este país tanto en la Constitución como en la Ley Orgánica que tenemos, una ley que está por encima de todas las demás o por lo menos de cualquier funcionario, dice que cualquier ciudadano que vea una injusticia o un hecho violento, o lo que sea, tiene el deber de denunciarlo, y cuando la mujer va, cuando va la vecina, o va otra persona le dicen que tiene que venir ella, y si esa mujer está encerrada en la casa y no puede ir y no se lo aceptan. Hace como cinco o seis meses un hombre terminó asesinando a la mujer con la que ya no vivía, tenía como tres denuncias y en la última se la llevó tomada del cabello, y la encerró en la casa y luego la mató. Cuando la mamá de la mujer fue a decirlo al CICPC con todos sus papeles, le dijeron que tenía que venir ella: si le está diciendo que está secuestrada, eso se llama impunidad.
¿Cuáles son los patrones para determinar que un hombre tiene indicios de ser agresivo, de ser celoso, de llegar a pasar los límites del respeto?
No hay recetas ni listados perfectos, por lo general de la puerta hacia afuera: es el presidente de la junta de condominio, es el que más aporta a la comunidad judía, te estoy hablando de casos reales, es el más simpático de todos, puede ser muy seductor con todo el mundo y eso no se nota. A veces son expertos golpeando a los lados como los torturadores, donde no se nota, y la mujer vive amedrentada totalmente. No se puede salir a una hora, apenas tiene derecho a algunas compras, a llevar y traer a los niños, y del resto no puede ni hablar, ya la aisló y la tuvo dentro de su familia.
¿Ya las mujeres pueden intuir un ambiente de violencia?
Hombres y mujeres tenemos una percepción de que algo no nos gusta. Se puede notar en una persona pasivo-agresiva, un hombre que culpe a los demás de todo, nunca tiene el responsabilidad de absolutamente nada, que maltrata animales, que todos los conflictos por pequeños que sean los resuelve a gritos, ¿porque parece que hablando más duro convenzo más a la gente?. Eso no es así, y es lo que la sociedad le ha dicho a los hombres.
2020-02-26
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