Decenas de miles de simpatizantes del candidato opositor Henrique Capriles tomaron algunas de las principales calles de Caracas para participar en una marcha que culminará en la mayor avenida del centro de la capital el domingo con el fin de proclamar que votarán para sacar a los seguidores del fallecido presidente Hugo Chávez del poder el próximo 14 de abril.
Agitando banderas de Venezuela y portando pancartas en las que se podía leer consignas tales como "¡No más odio, divisiones ni violencia!", los manifestantes partieron desde diferentes puntos de esta ciudad de 6 millones de personas, antes de concentrarse en la avenida Bolívar, un emblemático lugar para los partidos políticos por sus grandes dimensiones.
La marcha se transformó en una de las mayores demostraciones de fuerza de la oposición en los últimos años. El acto fue el cierre de campaña de Capriles en la capital, aunque todavía se esperan eventos en otras ciudades del interior del país antes de las elecciones.
Muchos de los partidarios del líder opositor bailaban al ritmo de la canción "Mentira Fresca", cantada por el legendario salsero puertorriqueño Willie Colón, quien en meses pasados desató la polémica en Twitter con un chiste que decía que a Venezuela lo gobernaban dos mandatarios, uno maduro (Nicolás Maduro) y otro podrido (Chávez), entre otras bromas derivadas por el secretismo que rodeo la enfermedad del ahora fallecido presidente y fuertes opiniones sobre el gobierno venezolano.
Colón volvió a la carga en la red de microblogueo con un tema de salsa en se burla del presidente encargado y candidato oficialista Maduro, y cuya letra incluye críticas tales como "‘Mentira Fresca’ cómete tu ensalada. Le pusiste de todo pero no sabe a nada, ‘Mentira Fresca’ tu proyecto está fracasado. Que si Cristo, que Fidel, que si Stalin, que Mao… mi pana, eso es un pulpo con tentáculos que llegan desde Irán hasta el norte de Corea. Y amenazando toda América Latina y lo que trae es sufrimiento y pobreza".
Capriles ha acusado repetidamente a Maduro de mentir sobre los resultados de las iniciativas gubernamentales destinadas a resolver problemas urgentes, incluyendo frecuentes cortes de energía, la deteriorada infraestructura, la escasez de alimentos básicos y la inflación de dos dígitos.
Los venezolanos acudirán a las urnas para elegir al sucesor de Chávez, que falleció debido un cáncer que le diagnosticaron en junio de 2011. La constitución contempla que las elecciones se realicen dentro de los 30 días siguientes a la ausencia del jefe de Estado.
Aunque algunas de las encuestas locales dan como favorito a Maduro, analistas consultados por la AP estiman que el panorama del país es incierto y que los resultados electorales podrían ser ajustados.
En octubre pasado, Chávez se impuso con más de ocho millones de votos, mientras que Capriles, que entonces también fungió como candidato unitario de la oposición, consiguió poco más de seis millones, aunque nunca antes un contrincante del mandatario venezolano llegó a acercársele tanto.
Maduro, por su parte, enfrenta las difíciles tareas de conseguir apoyo en un país profundamente dividido y mantener la unidad dentro de las filas de su partido, conformado por grupos que van desde los civiles de izquierda radical hasta los militares poco dados al socialismo
"Estamos marchando porque este país no se merece un régimen castro-comunista, vine a marchar porque quiero para mi país y mis hijos un régimen de libertades, sin sectarismos, donde no se discrimine a nadie por lo que cree o por lo que dice", dijo Paola Rodríguez, una ama de casa de 37 años, que marchaba acompañada de sus dos hijos de 12 y 9 años.
"Creo que podemos ganar, Chávez ya no está y hasta los chavistas saben que los que quedaron, Maduro y su combo, son los mismos que el pueblo chavista decía que ellos engañaban al presidente y que son los responsables de que tantas cosas no se hicieran", dijo Jesús Martínez, maestro jubilado de 69 años, quien marchó acompañado de su esposa María, de 71 años, tres de sus hijos y dos de sus seis nietos.
"Los venezolanos añoramos paz y tranquilidad, estamos cansados de tanta violencia y tanto odio que los chavistas sembraron y no ha hecho otra cosa que cultivarlo con un discurso de división y enfrentamiento permanente en estos últimos 14 años", acotó
Román Velásquez, quien se quejó que estuvo varado en el tráfico casi cuatro horas, se mostró sorprendido que las calles de Caracas estuviesen desbordadas de simpatizantes de Capriles.
La autopista que enlaza a Caracas con el occidente del país estuvo parcialmente cerrada en horas de la mañana, "cuando llegamos a Caracas vimos que la cola la provocaron unos supuestos obreros que pintaban brocales y atravesaron unos camiones, para colmo el metro tenía una falla eléctrica y estaba parado, todo por supuesto por casualidad", ironizó.
"Hemos perdido el miedo y estamos demostrando que somos capaces de superar cualquier obstáculo El próximo tengo fe que vamos a acudir masivamente a votar", dijo Velásquez. /AP