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“Pendientes que vienen los guardias”, fueron las últimas palabras que Mayades Pacheco escuchó minutos antes que una bala alcanzara la cabeza de su hijo menor de apenas tres años.
Juanderling Jesús Mijares Pacheco , venía de pasear con su abuela y su mamá el pasado lunes cerca de las 8:00 de la noche, cuando unos maleantes que se encontraban entre las calles San Pascual a Carmen de Sarría, se percataron que dos guardias nacionales se acercaban en una moto. En ese momento Mayades quien se dirigía a su vivienda se había detenido a comprar un aguacate para el almuerzo del día siguiente y un helado para Juanderling.
“Yo sí noté que habían varios hombres pegados de una pared, unos eran de la zona y otros no, uno de ellos fue quien se alarmó por los funcionarios, que de paso viven en el barrio y traían unas bolsas de comida, y soltó un tiro, cuando me volteé para tomar al niño y huir él estaba en el suelo. Lo tomé, pensando que solo se había caído y sentí lo caliente de la sangre en mis manos”, dijo Pacheco.
El pequeño fue trasladado por un familiar y un vecino en una moto hasta el Hospital Clínicas Caracas, pero llegó sin signos vitales.
Su abuelo, Luis Pacheco se quejó de la inseguridad. Refirió que ha perdido a dos hijos en manos de la delincuencia. “Justo ahora cuando pensaba que estaría tranquilo celebrando la navidad en mi casa con mi familia, tengo que estar en el cementerio enterrando a mi nietico”.
Juanderling era el menor de dos hermanos y con su muerte se eleva a 267 la cifra de menores que han perdido la vida en manos del hampa en el área metropolitana este año.
2015-12-24