La imagen del fallecido presidente Hugo Chávez sigue presente en cada rincón de Venezuela como talismán de sus partidarios, y sus "herederos" políticos esperan que los conduzca hacia una última victoria electoral un mes después de su muerte.
Avivado por la campaña electoral del oficialismo, su recuerdo se expande y se repiten los mensajes grabados en los que llama a votar por el presidente interino, Nicolás Maduro, a quien ungió como su favorito para la sucesión.
Sus ojos en afiches y grabaciones en televisión siguen mirando a los venezolanos y el mensaje es simple: el pueblo seguirá mandando si su "hijo mayor", Maduro, gana los comicios del domingo frente al opositor Henrique Capriles Radonski.
Los analistas afirman que es comprensible que Maduro se aferre a Chávez como amuleto electoral, debido a la diferencia de liderazgo dentro de la llamada revolución bolivariana entre el líder fallecido y su delfín.
Chávez murió de cáncer después de una larga carrera de triunfos electorales desde diciembre de 1998 y su liderazgo personalista impidió el desarrollo de cuadros para sustituirlo.
En sus últimas dos elecciones presidenciales se trazó la meta de ganar con 10 millones de votos, de un padrón electoral de 18 millones, la cual nunca llegó a concretar. Ahora Maduro resucitó la cifra, asegurando que él sí lo logrará.
Como anunciando su triunfo después de muerto, Maduro proclamó que el "comandante ganará las elecciones" del domingo, descontando que los venezolanos lo elegirán a él para el mandato 2013-2019.
El propio Maduro afirmó que nunca pensó en ocupar su posición y que siempre se vio "acompañando al comandante" detrás del escenario.
El gobierno informó que el "comandante eterno" había fallecido a las 16:25 locales (20:55 GMT) del 5 de marzo pasado, pero su desaparición del escenario público comenzó el 9 de diciembre de 2012, cuando viajó a Cuba para operarse por cuarta vez del cáncer que padecía.
La noche anterior, emitió su último mensaje a Venezuela en el que pidió a sus partidarios que en caso de ocurrirle algo que le impidiera volver al poder eligieran a Maduro como presidente.
Ese discurso fue repetido en la televisión oficial, en los mítines de campaña en pantallas gigantes y los afiches. "Escuchemos al comandante", repitió Maduro en sus actos públicos.
Chávez batalló casi dos años contra el cáncer en la zona abdominal. Hizo un esfuerzo final entre julio y octubre del año pasado para ganar su tercera reelección y la proeza la coronó con el 55 por ciento de los votos sobre Capriles Radonski. Nunca pudo jurar para el mandato de 2013-2019.
El líder bolivariano tuvo la oportunidad de completar 20 años en el poder, pero la enfermedad dejó la cifra en 14 años, que cumplió en febrero pasado cuando ya estaba agonizando.
El analista político y experto en opinión pública John Magdaleno dijo a dpa que el liderazgo de Maduro no está consolidado en la opinión pública y por ello "no tienen otro remedio que recurrir a la imagen de Chávez".
"En la forma en que se ejecutaron los funerales, hubo cálculo y deliberación. La poca información de la salud mucho antes de que falleciera revela ese nivel de cálculo. En general, el oficialismo ha construido el escenario en el que se construye la batalla electoral", señaló.
Todavía siguen en la oscuridad detalles de la muerte de Chávez que ocurrió días después de su regreso, el 18 de febrero, de La Habana, donde fue operado y estuvo dos meses hospitalizado.
El gobierno ha hecho una intensa campaña rodeando la imagen de Chávez de un aura casi divina. El propio Maduro afirmó que el mandatario hizo "milagros", pues las misiones que creó para atender a los pobres enseñaron a leer, curaron enfermos y construyeron viviendas son "un milagro en la Tierra".
La socióloga Isabel Pereira, profesora de cátedra de libertad económica, comentó que Chávez armó un modelo para aprovechar la renta petrolera y hacer que grandes sectores populares dependieran del Estado para, a la vez, garantizar sus votos.
"Este sistema de subsidio es la única opción para esos sectores populares. Todo eso está jugando ahora. Creo que estamos en el final del período histórico que comenzó en 1958, cuando se utilizó la renta petrolera. Vamos hacia un nuevo esquema", dijo a dpa.
Pereira alertó de que para el próximo presidente será casi imposible desmontar de golpe el modelo asistencialista basado en misiones para atender la salud, educación y alimentación de los sectores más pobres.
"Desmontar eso sería suicida, una locura. Eso no se puede. Se necesita un gobierno que piense en los sectores populares, en la unidad interna. De seguir en modelo socialista el país seguirá comiéndose los hígados, como dice el refrán", comentó.
Durante 14 años en el poder, Chávez manejó los ingresos petroleros para sostener una serie de programas sociales, subsidios, compañías estatales para distribución de alimentos, de construcción de viviendas totalmente equipadas y casi regaladas.
Sólo en 2012, Venezuela recibió más de 85.000 millones de dólares en sus ingresos petroleros, pero se estima que tuvo que importar por más de 50.000 millones para mantener abastecido el mercado interno.
El ex director del Banco Central y decano de la Facultad de Economía de la Universidad Central de Venezuela, José Guerra, dijo a dpa que el gobierno de Chávez gastaba al año más de 5.000 millones de dólares en programas de asistencia social y que ese "populismo" continuará en los próximos meses./DPA