Con repecto al hecho ocurrido en el Colegio Humboldt, Miren Dunixe De Tejada, psicólogo clínico, explicó en entrevista para 2001 la importancia de que todas las partes involucradas reciban asistencia psicológica por el tan fuerte evento que vivieron.
“Los pequeños en su condición natural de curiosidad se pusieron en una posición peligrosa”, señaló la especialista. Resaltó que puede ser una de las muchas hipótesis que la opinión pública maneja sobre el caso que hasta los momentos se maneja como un accidente que terminó en homicidio culposo.
De Tejada expresó que quienes presenciaron los hechos pueden tener muchas preguntas y dudas, experimentando imágenes repetitivas del suceso, comprometiendo así su estado emocional.
Atención
La psicólogo resalta que los niños que vivieron el trágico evento deben recibir atención psicológica para que se desahoguen y expresen, en sus propias palabras, lo que pasó y cómo se sienten por ello.
No solo los niños que vieron el accidente, sino toda la comunidad de estudiantes pueden presentar temor y rechazo por asistir a clases, aseguró la especialista, debido a que sienten que han perdido seguridad.
Para ayudarlos en este sentido, los familiares deben trabajar emocionalmente proyectándoles seguridad y protección. Además, hay posibilidades de que muchos padres decidan retirar a sus hijos del conocido colegio debido a la credibilidad que este acaba de perder.
En el caso de la directiva, antes de caer en la culpabilidad, las docentes implicadas deben dar su versión de los hechos y al mismo tiempo asumir su responsabilidad, sugiere la psicólogo.
En cuanto a los familiares del niño fallecido, De Tejada resalta que, en el proceso de duelo, necesitan de apoyo tanto emocional como psicológico para afrontar la fase de incredulidad y negación hasta lograr llegar a la aceptación.
“Los afectados no se pueden dejar solos y la escuela no puede dejar de hablar de lo que pasó, en memoria del compañero que partió”, destacó.
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