Zulvyn Díaz
Luego de años de maltrato, denuncias ignoradas en las oficinas de atención a la víctima y numerosas solicitudes de órdenes de alejamiento, que no fueron atendidas, ocurrió lo que tanto temía Melissa Sidney Arcila Ruiz; morir a manos de exesposo.
A las 6:30 a.m. del lunes, la víctima salió de su apartamento ubicado en el piso 12 del edificio Unep, en EL Valle, para acompañar a sus dos hijos, de 12 y 7 años de edad, hasta el transporte escolar que les hacía esperar.
De regreso, la mujer de 28 años, fue sorprendida en el pasillo por José Gregorio Pérez, de quien se había separado hacía más de un año.
El hombre, que estaba escondido en las escaleras, amordazó y atacó a la mujer con una tijera doce veces. Una llave de la puerta del apartamento, que estaba partida en una de las manos de la víctima, evidenció el intento desesperado de la mujer, por ingresar al inmueble, para resguardar su vida, pero no lo logró. Tras herirla mortalmente, el homicida gritó, con aires de triunfo: ¡La Maté! y emprendió la huida del lugar.
Los vecinos corrieron para prestar auxilio, pero Arcila Ruiz ya había muerto.
Tras cometer el crimen, Pérez se refugió en el edificio Savoy, ubicado en la entrada del callejón La Matanza, de El Valle, donde confesó el homicidio a su familia, se lanzó del piso 14 y murió en el sitio.
Familiares de la víctima indicaron que Pérez fracturó la nariz de su exesposa en dos ocasiones e intentó estrangularla. Arcila Ruiz trabajaba de manicurista, en una peluquería de Bellas Artes.
También el lunes, en el sector El Atlántico, de Cúa, estado Miranda, un aspirante a policía, asesinó a su pareja, cuando por celos, le dio un tiro en la cabeza.
La víctima identificada como Luyana Pilmar Corredor Osorio, de 32 años de edad, tenía cuatro meses embarazo. El homicida fue identificado como Anderson Gustavo Pérez Lizcano, de 19 años, estudiante de la Unes.
2019-05-21
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