Stefany Izquiel | [email protected]
En una vivienda ubicada en La Pastora, José Ignacio Terán Rivas, de 68 años de edad, fue asesinado. Lo golpearon y asfixiaron para robarle todas sus pertenencias.
Rufo Terán, hermano menor del fallecido, relató que el sábado 16 de septiembre al mediodía unos sujetos ingresaron a la casa donde José residía alquilado desde hace aproximadamente un año, luego de separarse de su esposa. Los criminales le propinaron múltiples golpes y luego lo asfixiaron.
La versión que los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) manejan de los hechos explica que los maleantes salieron de la vivienda luego de matar a José y se llevaron las llaves de la propiedad. Regresaron en la noche para robar la casa en una hora en la que no pudieran ser vistos.
Tres días después del homicidio, la dueña de la propiedad percibió un mal olor que provenía de la habitación y llamó a los funcionarios del Cicpc, quienes forzaron la puerta de la entrada e ingresaron. José yacía en su cama muerto y la vivienda había sido saqueada. Los agentes explicaron que el olor pertenecía al cuerpo en descomposición del hombre.
Del lugar se llevaron un televisor, una nevera, dinero en efectivos, prendas de valor y el teléfono celular del sexagenario, contó Rufo Terán.
Los oficiales del Eje Central de Homicidios dijeron a Rufo que los principales sospechosos del deceso de su hermano son los habitantes del segundo piso de la casa donde vivía y los familiares de su anterior esposa, pues la cerradura de la habitación no había sido violentada, por lo que presumen que sean personas que él conocía.
Aunque no han identificado a los homicidas de José Ignacio Terán Rivas, el Cicpc continúa con las investigaciones.
2017-09-23