Daisy Galaviz
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Winder Sánchez, de 27 años falleció dentro de un calabozo el pasado viernes tras estar más de una semana en agonía por una golpiza que le propinaron varios funcionarios en la Zona 7 de la Policía Nacional Bolivariana ubicada en Boleíta Sur, municipio Sucre.
Familiares de la víctima cuentan que el joven fue detenido por la PNB el pasado 8 de enero, por presunta venta de droga; pero su prima Daniela González cuenta que "los efectivos policiales le sembraron la droga, luego le pidieron dinero y como no tenía con qué pagar se lo llevaron".
Golpiza
Winder fue internado en una de las celdas de la Zona 7 de la PNB. El jueves 30 de marzo los funcionarios realizaron una requisa y en su desarrollo los policías terminaron golpeando al joven con tal contundencia que se le desgarró el músculo de la pierna derecha.
Tras el desgarre y la pérdida de sangre el joven pidió a los funcionarios ser trasladado a un centro de salud, pero éstos se negaron y alegaron que no tenían esposas y que ninguna de las unidades disponibles se podían habilitar para eso.
Los deudos declaran que el lunes 3 de abril, luego de ver la impaciencia y el dolor, los policías lo llevaron al Centro de Diagnóstico Integral de La Urbina, lo revisaron y lo devolvieron a la cárcel.
La prima dice que "le hicieron un mateo" porque Winder siguió precario de salud y como pudo llamó a su mamá y le pidió que lo fuera a ver "porque me estoy muriendo".
El viernes 7, tras la contaminación en la herida, Winder falleció de un infarto dentro de su calabozo.
Gangrena severa
La víctima luego de fallecer fue trasladada al hospital Domingo Luciani para realizarle la debida autopsia.
Familiares dicen que el informe realizado por la patóloga de la morgue determinó que a Winder le provocó el infarto una gangrena severa que terminó por taparle su vena aorta.
Relatan que los médicos informaron que si el joven se hubiese salvado se le habría amputado su pierna derecha.
Vida
Winder deja un niño de dos meses que nació mientras se encontraba preso. Familiares denuncian que los funcionarios le estaban pidiendo una multa para ver a su pequeño. Informan que le pedían ocho mil bolívares por la visita y cuatro mil para recibir cualquier plato de comida.
Winder trabajaba como mototaxista independiente en La Bandera, sector donde residía junto a su familia.
2017-04-09