Stefany Izquiel | [email protected]
En el callejón La Isla del barrio La Dolorita en Petare, Darren Brando Ávila Cañizales, de 20 años, fue asesinado la mañana del lunes por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), en un “acto de venganza”, según los denuncian sus familiares.
Aproximadamente a las 6:30 am, 20 efectivos de la Sub Delegación El Llanito del Cicpc, liderados por el inspector de apellido Echeverría, forzaron la puerta del anexo de la casa donde vivía Darren, relató Miguel Ramón Ávila, padre de la víctima.
Los uniformados entraron a la vivienda y despertaron a Darren con patadas en las piernas. Luego desalojaron a los padres del joven del recinto y a solas le propinaron dos impactos de bala en el pecho y el estómago. “Cuando se dieron cuenta que me falta una pierna, me lanzaron por las escaleras para sacarme de la casa”, señaló Miguel Ávila.
Muerte. Los efectivos tomaron las sábanas de la cama de su madre, envolvieron en ellas a Darren y lo trasladaron a la Clínica Popular de La Dolorita, donde falleció minutos después.
Los familiares contaron que los funcionarios eran los mismos que los extorsionaban para permitirles llevarle alimentos a Darren mientras estuvo detenido en el Cicpc de El Llanito, durante un año y dos meses.
Los cicpc no permitieron a los padres de Darren ingresar de nuevo a la vivienda donde ocurrieron los hechos hasta después de cuatro horas.
El joven muerto había retomado los estudios en la Unidad Educativa Julio Garmendia para concluir el bachillerato.
2017-10-31