El Instituto Cato advierte sobre una nueva táctica utilizada por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en los operativos migratorios en viviendas: desactivar las cámaras de seguridad.
Esta estrategia busca evitar la documentación de sus acciones ante la creciente participación ciudadana que graba los operativos. Los expertos instan a la comunidad a seguir grabando el comportamiento de los agentes.
¿Por qué están usando los agentes de ICE nuevas tácticas?
Los agentes de ICE están aplicando nuevas estrategias en las viviendas debido a la creciente participación ciudadana en la documentación de operativos. Un número cada vez mayor de personas decide grabar las acciones migratorias con cámaras de seguridad o dispositivos móviles.
El director de Estudios de Inmigración del Instituto Cato, David Bier, señaló que los agentes ya operan con mascarillas para ocultar su identidad. Sin embargo, la exposición en redes sociales los lleva a aplicar otras estrategias, como desactivar cámaras al acercarse a una vivienda.
“Una agente de ICE empuja una cámara de seguridad doméstica al acercarse a una vivienda”. Bier agregó que la razón es evitar la responsabilidad, afirmando: "Las mascarillas no son suficientes".
Según Bier, los agentes federales no quieren que los ciudadanos tengan constancia de su comportamiento, ya que la más mínima amenaza de responsabilidad es demasiado para ellos.
¿Por qué deben seguir grabando los ciudadanos?
Ante esta situación, el experto instó a los ciudadanos a seguir documentando en video las operaciones de los agentes migratorios. El mensaje es: "Sigan grabando de cualquier modo".
La documentación sirve como prueba de abusos en operaciones, un problema que ha afectado a ICE y otras agencias federales, como la Patrulla Fronteriza. Los abusos ocurren al detener a personas en sus autos, en cortes migratorias o en viviendas, incluso sin órdenes judiciales.
¿En qué ciudades y estados se concentran los operativos?
Los agentes migratorios están realizando operativos en varios estados del país. Los incidentes más violentos se han documentado en ciudades y entidades gobernadas por demócratas, como Los Ángeles y Chicago.
Las operaciones se extienden en Arizona, California, Carolina del Norte, Florida, Georgia, Illinois, Nevada, Nueva Jersey, Nueva York y Texas, entre otros.
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