La mitología griega nos legó la figura de Sísifo, un rey condenado a la tarea interminable de empujar una roca cuesta arriba, solo para verla rodar nuevamente hacia abajo.
Esta imagen ancestral ha servido de inspiración para acuñar el término "sisifemia", el cual describe una situación de trabajo caracterizada por un esfuerzo constante y repetitivo que parece no llevar a ningún resultado tangible.
En el contexto laboral, la sisifemia se manifiesta como una sensación de estar atrapado en un ciclo interminable de tareas que, a pesar de ser realizadas con diligencia, no conducen a un progreso significativo o a una sensación de logro. Los trabajadores que experimentan esta situación pueden sentir que están "corriendo en una rueda de hámster", sin avanzar hacia sus metas profesionales.
Sisifemia laboral
Varios factores pueden ser causantes de esta condición, como las metas poco claras o inalcanzables. Cuando los objetivos laborales no están bien definidos o son excesivamente exigentes, los empleados pueden sentir que sus esfuerzos son en vano.
La ausencia de control, falta de autonomía sobre el propio trabajo y la imposibilidad de tomar decisiones, pueden generar una sensación de impotencia y frustración. Y, aunque el trabajo esté bien hecho, este no es valorado o recompensado, por ende, los empleados suelen perder la motivación y sentirse desvalorizados.
Una sobrecarga laboral puede también llevar al agotamiento y a la sensación de no poder cumplir con todas las tareas asignadas. Esto trae como consecuencia la ausencia de oportunidades para desarrollar nuevas habilidades o ascender en la jerarquía laboral, generando a su vez un sentimiento de estancamiento.
Consecuencias de esta sensación en el trabajo
- Desmotivación y agotamiento: la sisifemia puede llevar a una disminución significativa de la motivación y al desarrollo del síndrome de burnout.
- Disminución de la productividad: la falta de motivación y el agotamiento pueden afectar negativamente el rendimiento laboral.
- Aumento del absentismo y la rotación: los empleados que experimentan sisifemia pueden buscar otros trabajos o ausentarse con más frecuencia.
- Deterioro de las relaciones laborales: la frustración y el estrés pueden generar conflictos interpersonales en el lugar de trabajo.
- Problemas de salud mental: se ha relacionado con el desarrollo de trastornos de ansiedad y depresión.
¿Cómo prevenirla?
Para prevenir y combatir la sisifemia en el entorno laboral, es fundamental establecer metas claras y alcanzables. Los objetivos deben ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y delimitados en el tiempo (SMART).
El fomentar la autonomía otorgará a los empleados mayor autonomía en la toma de decisiones, generando un aumento en la motivación y compromiso. Por este motivo, el reconocimiento y las recompensas pueden ser una gran fuente de motivación.
Del mismo modo, es importante asegurarse de que la carga de trabajo de los empleados sea razonable y que cuenten con los recursos necesarios para cumplir con sus tareas.
Por último, la posibilidad de aprender nuevas habilidades y crecer profesionalmente puede ayudar a los empleados a sentirse más satisfechos con su trabajo.
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