BBC MUNDO
Hace 15 años Sega lanzó al mercado la consola de videojuegos Dreamcast, su contribución a la sexta generación de la industria que compitió directamente con Nintendo Gamecube, Xbox de Microsoft y PlayStation 2 de Sony.
La Dreamcast rompió una gran cantidad de récords de ventas, pero también pasó a la historia como una de las consolas que murieron más rápidamente. Aún así se le recuerda como una de las máquinas de videojuegos más avanzadas; una que marcó un antes y un después en la industria.
El dispositivo vio la luz en Occidente el 9 del noveno mes de 1999 y fue descontinuado oficialmente el 31 de marzo de 2001. Dieciocho meses después de su espectacular estreno, dejó de existir.
¿Qué pasó?
Dreamcast parece haber estado condenada desde los primeros días. Sega puso a dos equipos diferentes a trabajar en su producción con un procesador diferente y una arquitectura distinta.
Pero 3dfx -la empresa que fabricaba el procesador que se percibía como ganador- filtró especificaciones de la consola y cayó de la gracia de la empresa japonesa. Sega optó por su plan B y su consola se lanzó con un procesador diferente, PowerVR.
Ese no fue el único escollo. Electronic Arts Sports (EA Sports por sus siglas en inglés) había sido una de las mayores aliadas del éxito de Sega en consolas previas como Génesis, a través de los juegos que publicaba como Madden, FIFA o NBA.
Sin embargo, Sega había adquirido una empresa llamada Visual Concept que producía videojuegos deportivos y que se convertiría en una pieza clave dentro de su estrategia para Dreamcast.
Sega vendió 225.132 consolas en las primeras 24 horas tras su lanzamiento lo que le valió un registro en el libro de récords Guinness. Medio millón de aparatos se vendieron en un par de semanas, pero la maquinaria de la competencia comenzó a generar más ruido.
Microsoft anunció su intención de entrar al mercado de los videojuegos con Xbox y Sony dio a conocer el lanzamiento de PlayStation 2, una consola que no usaba CD (como Dreamcast) sino DVD. No sólo se podrían jugar videojuegos, también se podrían ver películas.
Ese fue el principio del fin para Sega y su Dreamcast. En cuanto la cobertura mediática de sus rivales comenzó a crecer, sus ventas comenzaron a bajar. Finalmente los ejecutivos de la empresa japonesa se dieron cuenta que no tenían los recursos necesarios para competir en una guerra de marketing y optaron por salirse.
2014-09-11