Coldplay planta cara a las críticas y confirma que su icónica Kisscam permanecerá en todos sus conciertos. Durante el show en Kingston upon Hull, Chris Martin bromeó: "Llevamos mucho tiempo haciéndolo… y vamos a seguir haciéndolo". El frontman justificó la polémica dinámica con su filosofía personal: "si la vida te da limones hay que hacer limonada", reforzando que este elemento es crucial para conectar con su audiencia.
La polémica estalló el 16 de julio en Boston cuando las cámaras captaron a Andy Byron (CEO de Astronomer) y Kristin Cabot (ejecutiva de RH) en un apasionado abrazo. El video se viralizó en horas, provocando la suspensión inmediata de Byron y la salida de Cabot de su empresa. El escándalo incluso afectó las acciones de Astronomer, aunque Coldplay se negó a eliminar la dinámica. Martin se refirió al incidente con ligereza pero sin vacilaciones, priorizando la experiencia del show sobre consecuencias imprevistas.
Críticas y apoyo en redes
Mientras algunos usuarios en redes acusaban a la banda de "promover la infidelidad en vivo", miles de fans defendieron la tradición como un momento mágico e irrepetible. Billboard destacó que el 68% de los asistentes en Hull participaron voluntariamente de la Kisscam, demostrando que el público sigue valorando esta interacción. La banda, lejos de verse doblegada, aprovechó la controversia para reforzar su mensaje de conexión humana: "seguiremos haciéndolo porque vamos a conocer a algunos de ustedes", declaró Martin entre aplausos.
Coldplay transforma el escándalo en un motor para su gira, demostrando que ni la polémica detendrá sus 22 años de tradiciones. Martin cerró el debate con elegancia: mientras otros artistas cancelarían el segmento, él prefiere honrar a quienes "ven el amor como algo para celebrar, no para esconder". La limonada, al final, sabe a victoria.
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