Los días en donde se presentan artistas de la talla de Wisin y Yandel prometen ser largos, acontecidos, con expectativas que desbordan a los fanáticos del dúo de la historia.
Así fue este sábado 3 de septiembre cuando los boricuas enfilaron su última misión en el estacionamiento del Poliedro de Caracas, en medio de una extensa jornada para los seguidores.
Sobre las 11 de la mañana ya miles de asistentes se acercaron a las inmediaciones de la cúpula para hacer sus filas correspondientes:
Más romántico fue el caso de otra pareja de caraqueños de 28 años que declararon a 2001 que el sueño de ver a Wisin y Yandel se cumplió porque fueron los artistas que más escuchaban cuando eran adolescentes.
Los dos lograron reunir el dinero para comprar su entrada en la "zona Traki" y disfrutaron del gran show.
Una lluvia incesante acompañó la noche de los seguidores
Seguramente el recuerdo que la mayoría se llevará es que esa jornada del 3 de septiembre cayó un torrencial aguacero en Caracas.
Desde aproximadamente las 6:00 de la tarde no dejó de llover, justo cuando Víctor y Gabo, los dos primeros cantantes de la pauta, sirvieron de teloneros.
El público aguantó varias horas de lluvia inclemente. La compañía prohibió el ingreso de paraguas y ante la falta de espacio para resguardarse, muchos esperaron bajo el "diluvio".
Una falla eléctrica se registró pasadas las 8:00 pm y dejó sin servicio la tarima y las zonas cercanas a ella. Regresó aproximadamente una hora después.
Otro de los problemas registrados fue el estacionamiento. Algunos asistentes dejaron sus carros cerca de la bomba de gasolina de La Rinconada para ingresar al show. El estacionamiento, comentaron algunos asistentes, "colapsó".
La animación, a cargo de Nieves Soteldo y José Andrés Padrón, intentó distraer a los apasionados fans, ávidos de música y de poder vivir una experiencia única con sus ídolos. Sin embargo, la poca expresividad de ambos no logró captar toda la atención del público. También ocurrió lo mismo con Katherine Martínez y Alexandra Sánchez.
La prensa se ubicó en las últimas tres filas de la zona patrocinada por una marca de zapatos. Desde allí se hacía difícil la visual. Comunicadores de diferentes medios se apostaron hacía las rejas que dividían las áreas preferenciales para poder tomar fotografías y hacer videos.
Así transcurrió la noche hasta el momento en que Gustavo Elis y Sixto Rein subieron a la tarima del estacionamiento, cantando los temas más famosos de su repertorio en forma de dúo y también en individual.
Lo mejor llegó al final: aterrizó la nave de Wisin y Yandel para desatar la locura general
Constantes elogios a las féminas, característico en el estilo de ambos, y en consonancia con sus composiciones, se produjeron como parte de todo el espectáculo.
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