Miles de hondureños participaron este viernes en el Vía Crucis del Viernes Santo conmemorando la pasión y muerte de Cristo en un ambiente de mucha fe, esperanza y oración por el papa Francisco y la paz en el mundo.
En Tegucigalpa, la procesión del Vía Crucis fue encabezada por el obispo auxiliar, Juan José Pineda, en sustitución del cardenal y arzobispo de la capital hondureña, Óscar Andrés Rodríguez, quien se recupera de una reciente operación de esguince de tobillo.
Pineda pidió a los hondureños acercarse más a Dios, cuidar la familia y contribuir para que haya una verdadera reconciliación y paz en su país, que sufre una ola de violencia criminal que deja un promedio de 20 muertes diarias.
También indicó que muchas veces al pueblo hondureño, "desde dentro o desde fuera se le ha querido hacer caer", pero que eso no ha ocurrido porque "este es un pueblo fuerte, un pueblo perseverante, un pueblo pacífico, un pueblo lleno de fe y un pueblo solidario".
"Y aunque alguien insista en hacer caer al pueblo hondureño y a algunas de sus hijas y de sus hijos, nosotros nos vamos a levantar una y otra vez como tú Señor y perseveraremos en el camino que tus nos propones hacia la resurrección", subrayó el obispo, mientras los fieles expresaban en coro "Señor haznos firmes en la fe".
En una de las catorce estaciones del Vía Crucis, que fue acompañado en su mayoría por mujeres, Pineda dijo que "muchas veces organismos internacionales negocian con la pobreza de nuestra Honduras".
Añadió que parte de esa negociación "pasa por la dignidad de la mujer y el respeto a la vida", diciendo "les damos esto a cambio de aquello".
"Muchísimas veces lo que piden a cambio para ayudar como organismos internacionales a nuestra Honduras es el aborto, hay quienes quieren negociar con el fruto de sus vientres, no permitan que nadie negocie con sus cuerpos, miren al señor Jesús que se acerca a ustedes y les quiere hacer fuertes", acotó.
En la procesión también hubo frases de oración a favor de los pobres, los niños, las mujeres, los ancianos, los inmigrantes, las autoridades gubernamentales para que hagan un mejor mandato y los más necesitados en general.
Mientras muchos fieles participaban en el Vía Crucis, a lo largo de unos 600 metros de la Avenida Cervantes, que lleva hasta la catedral metropolitana, decenas de jóvenes y adultos terminaban de elaborar artesanalmente una alfombra a base de serrín en vivos colores con imágenes alusivas a la pasión de Cristo.
En uno de los tramos de la alfombra, frente al Palacio Arzobispal, los artesanos elaboraron las imágenes de los últimos tres papas que ha tenido El Vaticano: Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco.
Toda la alfombra comenzó a ser elaborada a primeras horas del jueves y terminó hacia las 12.00 horas locales (18.00 GMT) de hoy tras una jornada ininterrumpida de unas 30 horas, dijo a Efe Carmen Archaga, una empleada de la Alcaldía de Tegucigalpa que desde hace ocho años participa en la actividad religiosa.
Agregó que este año en la alfombra han destacado "los mensajes por la paz y las imágenes de los últimos tres papas", y que el trabajo "aunque agotador, siempre es una bonita experiencia espiritual".
Unos pocos metros más adelante, Bayron Aguilar, un joven del Movimiento Scout y evangélico, escribía en la alfombra uno de los mensajes del fundador de los muchachos guías, Robert Baden Powell: "Es importante ser bueno, pero más importante es hacer el bien".
"Aquí estamos porque todos adoramos a un mismo Dios", dijo Aguilar a Efe.
Miles de hondureños y extranjeros han desfilado entre el jueves y viernes por la Avenida Cervantes para apreciar la elaboración de las alfombras.
"Anoche un grupo como de quince turistas de Estados Unidos hasta se pusieron a ayudarnos", comentó otra joven que daba los últimos retoques a la frase "Francisco el papa de las Américas", bajo la imagen del nuevo pontífice. /EFE