Lance Armstrong cree que ha habido exageraciones al describir el caso de dopaje que protagonizó él y su equipo, a la vista de lo que se sabe de la Operación Puerto o de lo que ocurría en la antigua Alemania oriental.
"Creo que la forma en que se describió mi dopaje y el dopaje en general se han exagerado mucho. Se ha dicho que el US Postal tenía el programa más sofisticado de la historia del deporte. Pero también estaban (el caso) Puerto y las revelaciones sobre Alemania oriental", declaró Armstrong en una conversación con el antiguo ciclista francés Christophe Bassons, publicada hoy por "L’Equipe".
El estadounidense respondía así a la pregunta de Bassons sobre si tenía miedo por las consecuencias para su salud de recurrir a sustancias ilícitas, una vez que había reconocido no haber dedicado mucho tiempo a reflexionar sobre ese tema.
Armstrong pidió perdón a Bassons por un incidente que tuvieron en el Tour de 1999, cuando al final de una etapa en la que el francés -que se presentaba como un modelo de corredor sin dopaje- se había escapado contra la directriz del US Postal. El entonces campeón se lo recriminó y le dijo que su carrera con la bicicleta estaba acabada y que todo el mundo le iba a hacer la vida imposible.
"Es el episodio de mi vida que más lamento. Es normal luchar y ser agresivo en una carrera, pero si eso pasa a ser personal, se pierde la lucha. Yo no logré diferenciar en mi comunicación, en las conferencias de prensa", señaló.
El símbolo del dopaje, despojado de sus títulos tras haber ganado siete veces el Tour de Francia, contó que su vida ahora "es complicada. Siempre lo ha sido pero más todavía ahora".
"Cada vez que hablo de lo que ocurrió, nadie quiere escucharme. Tengo cinco hijos y estoy orgulloso. Pero no tengo proyectos. Por primera vez en mi vida, tengo que aprender a ser paciente. Y no es la primera de mis cualidades", comentó.
Armstrong reconoció que no sabe si hoy volvería a tomar la decisión de doparse, aunque le gustaría no haberlo hecho, e insistió en la dificultad de reconocer que utilizaba sustancias ilegales después de haber empezado a negarlo.
En cualquier caso, estimó que si había ganado siete veces el Tour dopándose, los habría ganado también si los hubiera hecho contra corredores "limpios".
Sobre su futuro, el antiguo campeón admitió que le gustaría volver a la competición, pero que se le han cerrado todas las puertas.
"Tengo 43 años y para la gente de mi edad no hay gran cosa como competición. Si quisiera correr el maratón de París no podría. si quisiera jugar al ping pong no podría. ¿Nadar? Prohibido. Afortunadamente el golf no forma parte de este sistema. Pero la mayor frustración es que el ciclismo ahora no es mejor que hace un año", indicó. EFE