AFP
La cámara de Diputados, bajo control del Gobierno, sanciona este miércoles una ley que permite a los acreedores de Argentina cobrar la deuda en Buenos Aires, en París o donde prefieran, para evitar el bloqueo judicial a los pagos impuesto en Estados Unidos.
La medida es impulsada en momentos de una delicada situación económica y financiera, enfrentada por la presidenta Cristina Kirchner con la estrategia de agitar el caso en las Naciones Unidas o enarbolar la campaña "Patria o Buitres", tras fracasar negociaciones con fondos especulativos que le ganaron un juicio en Nueva York.
Argentina quedó entre la espada y la pared cuando un juez neoyorquino, Thomas Griesa, bloqueó un pago de la deuda por 539 millones de dólares y provocó un "default selectivo" el 30 de julio.
Griesa tomó la decisión en represalia por desobedecer una sentencia suya de abonar el 100% de bonos en mora en manos de los fondos que litigaron por 1.330 millones de dólares.
Kirchner argumenta que no puede acatar el fallo por una cláusula de la reestructuración de la deuda llamada RUFO (sigla en inglés), según la cual si un acreedor recibe un beneficio, todos deben recibir igual trato.
Si le paga a los fondos, debería abonar luego más de 120.000 millones de dólares, cuando sus reservas monetarias son menos de la cuarta parte de esa cifra.
– Hacer tiempo, como en el fútbol –
"El gobierno está haciendo tiempo para llegar a 2015″, dijo a la AFP Pablo Tigani, director de la consultora Hacer.
La RUFO caduca en enero de 2015, momento en el cual Argentina podría arreglar con los fondos, tal como lo hizo este año con el Club de París, la petrolera española Repsol y el tribunal del Banco Mundial (CIADI).
"Kirchner tenía que resolver cuatro problemas. Arregló con esos tres, a costa de aumentar la deuda en 15.000 millones de dólares. Pero falló con los ‘buitres'", dijo a la AFP Soledad Pérez Duhalde, analista de la consultora Abeceb.com.
La ley que viene con sanción del Senado deja abierta una ventanilla en el Banco Central y otra sede en Francia, pese a que nadie explicó cómo funcionará tal mecanismo.
"En este asunto, no comprendemos nada", respondió a la AFP un eminente economista europeo especializado en cuestiones de la deuda que pidió reserva de identidad.
En Buenos Aires también hay pesimismo respecto a que una mayoría de acreedores acepte cambiar la sede de pago, salvo el magnate mexicano David Martínez y un consorcio de bonistas italianos.
"Si, es verdad, el gobierno hace tiempo. E incluso esto puede durar más allá de enero de 2015. Pero veo muy bajas las posibilidades de que lo acepten bonistas que adhirieron a los canjes de 2005 y 2010 (93% del total)", agregó Pérez Duhalde.
– Como arrear gatos –
Otro capítulo de la campaña argentina para sostener su postura se escribió el martes en la Asamblea General de la ONU, al aprobarse una resolución impulsada por el G77 y China de regular las reestructuraciones de deuda soberana para evitar este tipo de batallas judiciales.
"Conseguir que inversionistas se pongan de acuerdo es como arrear gatos. En este caso, se requiere un fuerte liderazgo detrás de la escena del Tesoro de Estados Unidos", admitió el economista Barry Eichengreen, profesor de la universidad norteamericana de Berkeley
Pero el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, dijo el miércoles que "si 124 países en el sistema de Naciones Unidas han respaldado a Argentina eso quiere decir que Argentina tiene razón en sus reclamos".
Sobre los países que votaron contra la iniciativa, entre ellos Estados Unidos, agregó: si "quieren una política imperial de carácter encubierta, sepan que el mundo los está observando".
Países no desarrollados o en vías de desarrollo han respaldado a Buenos Aires en su cruzada, que en el plano interno le rindió frutos.
La imagen positiva de Kirchner creció de 25,8% a 32,4% en el marco del litigio con fondos "buitre", señaló la consultora Management & Fit.
Pero el escenario está enrarecido porque el conflicto "vino a generar un estado de estrechez de dólares", añadió Tigani.
Exportadores e industriales presionan por un ajuste en el tipo de cambio y la incertidumbre hizo crecer la demanda de billetes estadounidenses, a tal punto que la brecha entre la cotización oficial y la marginal llegó a un 70%.
2014-09-10