Paola Ñáñez/ @PaolaGNanez
En la campaña presidencial de EE.UU. de 1992, Bill Clinton dijo que al apoyarlo a él, los electores recibían "dos por el precio de uno". Se refería a su esposa, Hillary Clinton, una mujer incombustible que hoy anunció su segundo intento por cumplir el ambicioso sueño de su vida: ser presidenta.
"Si le votas a él, también me tendrás a mí", dijo entonces Hillary, y fue verdad. En los 23 años que han pasado desde entonces la luchadora abogada de Chicago (Illionis) ha sido primera dama, senadora, candidata a las primarias demócratas y secretaria de Estado del país norteamericano.
Acostumbrada a hacer historia, Hillary Clinton aspira ahora a convertirse en la primera mujer presidenta de Estados Unidos, un sueño que le frustró en 2008 un joven senador llamado Barack Obama.
De quedarse con la Casa Blanca en 2016, Hillary sería a los 69 años la segunda persona de mayor edad en tomar las riendas del país, sólo unos meses más joven que el republicano Ronald Reagan cuando fue elegido en 1980.
"Convertirme en abuela me ha hecho pensar mucho en la responsabilidad que todos tenemos como administradores del mundo que heredamos y que un día dejaremos en herencia. Ser abuela, en lugar de hacerme querer bajar el ritmo, me ha animado a acelerar", señala Clinton en un nuevo epílogo de su libro de memorias "Hard Choices".
La mayor prueba a su resistencia fue el escándalo del "affaire" del entonces presidente Bill Clinton con la becaria de la Casa Blanca Monica Lewinsky en 1998. Haciendo de tripas corazón, la primera dama perdonó a su marido y se quedó a su lado, como había hecho con otros líos de faldas anteriores.
Hillary y Bill se conocieron en 1971, cuando ambos estudiaban en la facultad de Derecho de la prestigiosa Universidad de Yale (Connecticut).
Los Clinton podrían volver a la Casa Blanca más de veinte años después en 2017, esta vez de la mano de Hillary.
Al convertirse en primera dama en 1993, Hillary Clinton hizo toda una declaración de intenciones: ella no iba a dedicarse a hacer galletas y tomar té. Lo ha cumplido.
Agencia EFE