Redacción 2001
El estado suele quedar como un gran tacaño a la hora de determinar las partidas anuales para el sector científico, pese a las obligaciones que le impone la ley orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Parece un tanto incómodo ese artículo que indica que “las actividades científicas, tecnológicas, de innovación y sus aplicaciones son de interés público para el ejercicio de la soberanía nacional en todos los ámbitos de la sociedad y la cultura.”, dada la encrucijada económica que atraviesa el país.
La consagración del día de mañana como un puente de unión entre el conocimiento científico y la sociedad, promovido por la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) compromete en grado sumo al Estado venezolano a participar en las actividades, mucho más, hoy, por su carácter de miembro del Consejo Directivo de la institución para el período 2017-2021.
El Ministerio para la Ciencia y la Tecnología. centraliza por lo tanto esa responsabilidad que en los próximos días se manifestará con la entrega de los Premios Nacionales de Ciencia, Tecnología e Innovación, edición 2017.
“La orientación del Gobierno Bolivariano, instrumentada a través del Mppeuct, es entender la ciencia como un instrumento para apalancar el desarrollo nacional, entendido como la satisfacción de las necesidades más concretas del pueblo”, observaba a propósito Jorge Ernesto Rodríguez presidente del Observatorio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Oncti).
Las consideraciones de Rodríguez traducen la orientación ideológica del gobierno que se ve en una lucha sin cuartel con un “bloque económico”.
Considerando ese contexto, el ministerio se precia de sus logros científicos y tecnológicos y convoca a la Feria Internacional de Ciencia y Tecnología “Jacinto Convit”, del 30 de noviembre al 3 de diciembre, en el Poliedro de Caracas.
Universidades sin recursos. A nivel de los centros de enseñanza superior, el discurso oficial no se cumple. La autonomía universitaria es objeto de ataques y los presupuestos siguen siendo insuficientes.
La comunidad científica se queda esperando más aportes del Fondo Nacional para la Ciencia y Tecnología (Fonacit) y para complicar más la situación, muchas empresas evaden los impuestos que deben llegar al sector.
Los profesionales advierten como una gran equivocación la reforma de la ley del 2001 , que promovía los vasos comunicantes entre universidad y los centros de investigación.
Más desaliento se encuentra con las becas y ayudas particulares, que por efecto de la crisis se reducen y hasta desaparecen.
Estrella satelital. Dentro de las iniciativas más recientes del gobierno en materia científica se cuenta con la adquisición de un satélite de multifunciones como: apoyo en materia de salud, minería y petróleo, protección civil y prevención de desastres, agricultura, ambiente y planificación en áreas prioritarias para la nación a través de percepción remota
El satélite José Antonio de Sucre tendrá 5 años de vida y será de observación y recepción, además de más capacidad que el Miranda para tomar fotos de Venezuela.
La experiencia comprendida en los acuerdos bilaterales con China abre posibilidad para un nuevo lanzamiento, el del satélite, el Guaicaipuro, que vendrá a sustituir al Simón Bolívar.
Silencio institucional “No es posible que lo atiendan en estos momentos”. “Antes, debe concretar una cita previa si desea una entrevista, y debe ser personal”. “Le recomiendo enviar un correo electrónico para precisarle a la persona interesada su perfil y su intención, tanto el tema a tratar”.
Respuestas como estas conseguimos al tratar de contactar con funcionarios del Ministerio de Poder Popular para la Ciencia y Tecnología y el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC).
Trasgénicos. La ciencia promueve desde hace años los cultivos transgénicos y hay sectores que se mantienen cerrados a la implementación de esos métodos.
¿Se puede mitigar la insuficiencia alimentaria con estas propuestas? esa y otras respuestas forman parte de los debates a promover en el marco de celebración del Día de la Ciencia, la Paz y el Desarrollo.
Actividades en clases. La fescuela primaria y la enseñanza secundaria se incorporan a la fecha con el entusiasmo propio de la juventud.
Los docentes han venido incorporando un sin número de actividades para que los alumnos comprendan y participen en la divulgación del conocimiento científico.
Desde una escala elemental, el esfuerzo en el salón de clases calibra además el potencial de las nuevas generaciones para engranar en las carreras universitarias afines.
Éxodo de materia gris. Muchos científicos venezolanos terminan conquistados por centros de investigación y docencia que los reclaman alrededor del mundo.
La gran mayoría de la comunidad científica se siente incomprendida por el Estado e incluso por el sector privado, que trata con indiferencia su apostolado.
Aun con la perseverancia y el alto grado de compromiso, los mejores salarios y los apoyos sustanciales a proyectos y técnicas de trabajo en el exterior, son una atracción irresistible, en especial para los más jóvenes que buscan desarrollar sus conocimientos e intercambiar ideas.
2017-11-09