EFE
Medio centenar de personas murieron hoy en una cadena de atentados del grupo terrorista Estado Islámico (EI) contra objetivos gubernamentales sirios y kurdos en distintas partes de Siria, al día siguiente de que los yihadistas perdieran sus últimas posiciones en la frontera con Turquía.
El ataque más mortífero tuvo lugar en la ciudad de Tartús, uno de los bastiones del régimen del presidente sirio, Bachar Al Asad, en la costa mediterránea siria, donde 35 personas perdieron la vida y decenas resultaron heridas, según fuentes oficiales.
La televisión siria precisó que este atentado fue perpetrado con un coche bomba y por un suicida con un cinturón de explosivos en el puente de Arzuna, en la carretera que une Tartús con Damasco.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos elevó a 38 los muertos en ese doble ataque, de los que dieciséis eran efectivos de las fuerzas gubernamentales, catorce civiles y el resto de identidad desconocida.
Además, agregó que el atentado tuvo como blanco un puesto de control del régimen en la entrada sur de la urbe.
Por otro lado, al menos ocho personas murieron por la explosión de una motocicleta bomba en la rotonda de Marshu en la población de Al Hasaka, en el noreste sirio, indicaron medios de comunicación estatales y el Observatorio.
2016-09-05