@Iroq21 / Pedagogo
El traslado del estudiante a su institución escolar, vuelve a estar sobre el tapete a raíz del reinicio de clases, que progresivamente se trata de desarrollar de manera presencial, al menos desde el mes de marzo.
En el pasado gobernaciones y alcaldía tenían programas de transporte escolar, para alumnos y docentes, pero la crisis del país, y la desidia de algunas autoridades trastoco ese valioso programa.
Ahora es prácticamente inexistente. Entonces, la pregunta que nos viene a la mente es ¿cómo hacen los estudiantes en pandemia para llegar a sus escuelas?
Mueve un pie, que el otro lo sigue…
Para responder esa interrogante en el estudio realizado por @conlaescuela , en planteles de seis estados del país, se preguntó a los docentes de aula ¿cuáles son los medios de transporte más comunes que emplean los estudiantes para llegar al plantel?.
Se les suministraron 10 opciones para que escogieran los más comunes. El que obtuvo la mayor frecuencia fue el trasladarse a pie.
El 94.4 % de los docentes entrevistados, señalo que esa es la forma cómo llegan sus alumnos a clases. Es decir, la gran mayoría va a clases a pie, con la mayor frecuencia posible, o lo ha hecho en algún momento. Hay escasas omisiones en ese sentido.
Doble esfuerzo
Ir caminado a la escuela casi duplica la otra alternativa de empleo de un medio, más cercana en frecuencia, como es usar el transporte público. Este alcanza sólo el 48.6%.
Otras alternativas con alguna significancia, es el traslado en moto con un 44% de opción seleccionada.
Llama la atención que el uso del metro por los estudiantes, es de un 8%. El empleo del automóvil familiar como medio para ir a clases alcanza un 28.2%.
Por otro lado, cuando se indagó por el beneficio del pasaje estudiantil, el 98% de los docentes consultados manifestó que sus alumnos no lo reciben.
Todo medido
Volviendo al traslado a pie, ¿cuánto debe caminar un estudiante? En otro estudio realizado por UCAB y otros, en el 2021, se encontró que la distancia promedio entre la escuela y una parada de transporte público es de 659 metros, algo más que ½ km.
Según ese estudio 4.6 de cada 10 alumnos recorren al menos 100 mts., de la parada a su institución. El resto mucho más, hasta 659 mts., concluyeron.
En el área rural las distancias a recorrer para llegar a la escuela, pueden ser extremadamente largas, y el tiempo empleado mucho mayor, tanto para estudiantes, como para docentes.
Garantizar el acceso a la escuela
Ir a clases a pie puede tener sus ventajas cuando la escuela queda cerca, pero es directamente proporcional en inconveniencia, en la medida que el trayecto hogar plantel se hace cada vez más extenso. Esto se exponencializa por el gasto de calzado, retardo en la asistencia, pago de pasaje, exposición a la delincuencia o ser víctima del bullying, en el caso de los niños y jóvenes.
El acceso a las escuelas es la llave de entrada, que permite la asistencia estudiantil. Una vez en el plantel es posible la interacción social con sus pares, la participación en la instrucción, y en la formación que atiende el maestro y el entorno escolar. Cuando el estudiante no llega, o falta con frecuencia a la escuela, no es posible nada de lo anterior.
El derecho a la educación de niños y jóvenes comienza por garantizar su presencia en las escuelas. Todo aquello que obstaculice la llegada estudiantil a los planteles, disminuye o impide ese derecho fundamental. Que el niño y joven pueda acceder a la institución escolar en un país con pobreza entre un 70 y un 90% es responsabilidad del Estado, no de los menores y sus padres.
Lea también los más recientes análisis del profesor Oscar Iván Rose
Sigue nuestro canal en Telegram https://t.me/Diario2001Online