En tiempos en los que el ritmo de vida es cada vez más acelerado y desafiante, el estrés suele aparecer sin previo aviso. Se ha convertido en un compañero habitual y difícil de disipar. Además, es el causante de infinidad de accidentes, separaciones y enfermedades físicas y mentales. Por ello, es importante cuidar de la salud mental a través de herramientas que permitan convertirla en una prioridad.
¿Qué es el estrés?
Es la respuesta natural de nuestro cuerpo a una situación que percibimos como amenazante o demandante. Se refleja como un sentimiento de angustia, incomodidad y preocupación. Aunque es una respuesta natural del cuerpo y puede ser útil para afrontar ciertos desafíos, tiene consecuencias negativas en todo nuestro entorno. Es causante de problemas en la salud como: falta de sueño, ansiedad, depresión y enfermedades cardiovasculares.
La Dra. Ana Noguera Mas, especialista en Psiquiatría infanto-juvenil en la Universidad de Valencia, España, indica que nueve de cada diez personas han sentido estrés en el último año y un 40% de la población lo sufre de forma continua. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo ha denominado: la epidemia del siglo XXI.
8 Estrategias para controlarlo
1 Respiración profunda
Una de las técnicas más sencillas y efectivas para reducir el estrés es la respiración. Al enfocarte en hacerlo de manera consciente, envías señales a tu cuerpo para que se relaje.
Ante cualquier dificultad, cierra los ojos, inhala y exhala profundamente. Repite las veces que sean necesarias hasta que te sientas más tranquilo.
2 Meditación
Una práctica milenaria que te ayuda a calmar la mente y conectar con tu yo interno. Existen diferentes tipos, pero la mayoría se centran en lo mismo: crear una conexión entre cuerpo y mente. La meditación te ayuda a liberarte del sinfín de pensamientos y te permite fluir positivamente. Solo tienes que elegir el lugar de tu preferencia, cerrar los ojos, concentrarte en tu respiración y dejarte llevar.
3 Yoga y ejercicio físico
El ejercicio es un excelente aliado para combatir el estrés. Caminar al aire libre, nadar o andar en bicicleta son algunos de los más populares. Cada uno con grandes beneficios físicos y mentales. El yoga, en particular, combina posturas físicas, respiración y meditación, lo que lo convierte en una opción completa para el bienestar general.
4 Pasatiempos y hobbies
Dedicar tiempo a actividades que disfrutas te ayuda a desconectar de las preocupaciones y recargar energías. Lee un libro, decora tu hogar, haz jardinería o simplemente ve tu serie favorita. Las actividades que te hacen feliz deben ser una prioridad en tu vida. Permítete espacios para la distracción y el disfrute.
5 Conexión social
Rodearte de personas queridas y mantener relaciones saludables fomenta el bienestar emocional. Esto incluye saber establecer límites y priorizar tus emociones. Decir que no está bien, respeta tus gustos y evita sobrecargarte por complacer a los demás.
6 Duerme lo suficiente
El descanso es vital para tener mayor energía y enfrentarte a las actividades diarias. Dormir
bien te ayudará a pensar claramente, tener más energía y aumentar la capacidad de
resolución de problemas.
7. Cambia tu forma de pensar
Ser positivos y ver las oportunidades en los momentos difíciles te permitirá ser más tolerante a las dificultades. Ver el vacío medio lleno en vez de medio vacío, es una herramienta poderosa para dar un cambio a tu forma de vivir.
8 Pide ayuda
Hablar con tus seres queridos o visitar a un especialista es una excelente manera de drenar tus preocupaciones. No hay necesidad de guardarse las emociones y cerrarse al apoyo emocional.
Además recuerda…
Soltar lo que no depende de ti. Diariamente nos invaden miles de pensamientos. Sin embargo, la mayoría de esas preocupaciones no pueden ser resueltas por nosotros mismos. Entonces, aprende a permitir que las cosas fluyan. Sin dejar de hacer tu parte, pero soltando lo que no puedes controlar.
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