EFE
Apple consiguió con el iPhone 7 acumular en un espacio minúsculo los avances más esperados para el popular teléfono inteligente: cámaras con capacidades profesionales, más tiempo de batería y, finalmente, resistencia al agua.
El iPhone 7 se venderá a partir del viernes al mismo precio que el 6s (649 dólares en Estados Unidos) y contará con un programa de fidelización de consumidores, para evitar los problemas con la falta de interés de los dueños de un iPhone por las nuevas versiones del mismo producto.
En esta ocasión, el consejero delegado de Apple, Tim Cook, llegó con la confianza que da poder presumir de haber vendido desde el nacimiento de este aparato electrónico en 2007 más de mil millones de unidades en todo el mundo, lo que convierte al iPhone en el objeto de consumo más vendido de la historia.
"Un fenómeno cultural" presente en todo el mundo, según apuntó Cook ante la audiencia congregada en el Auditorio Bill Graham de San Francisco.
No obstante, las ventas de este teléfono inteligente comenzaron a caer esta primavera, acusando la intensa competencia y la falta de novedades revolucionarias, mientras que los datos muestran que los fieles a la marca de Cupertino esperan cada vez más para reemplazar su modelo.
El iPhone 7 es por fin resistente al agua, algo que ya incluyen gran parte de sus competidores, y podrá ser sumergido en un metro de agua durante, al menos, 30 minutos.
Además, se desprende de la entrada de audio tradicional y se servirá exclusivamente del puerto de carga y datos presentado con el iPhone 5 en 2012, para simplificar al máximo el nuevo armazón de aluminio, similar al perfil del iPhone 6.
2016-09-07