La semana pasada, el Departamento de Bomberos de Branford, Connecticut, E. U. A., utilizó un vehículo aéreo no tripulado durante una emergencia en una de las plantas de Stone Creek Quarry, una empresa dedicada a la manufactura de materiales para la construcción.
Los miembros del cuerpo antiincendios debían combatir un siniestro ocasionado por la combustión de láminas de caucho localizadas en bodegas subterráneas, diseñadas para contener explosiones. La labor debió detenerse cuando se les informó que el fuego se dirigía hacia un almacén de dinamita: no sabían con certeza si el avance de las llamas les permitiría actuar o no.
Entonces, un voluntario habló con el cuerpo de bomberos y ofreció su dron personal (un DJI Phantom como el que se ve en la imagen) para explorar la zona y evaluar las posibilidades de acción. Con el video obtenido con el cuatricóptero de $1200 USD, transmitido en tiempo real al smartphone del usuario, los especialistas se percataron de que el fuego aún estaba lejos de los explosivos, por lo que ingresaron a la zona, lo erradicaron y evitaron un desastre más severo.
La historia es muestra de una de las posibles aplicaciones de los drones en circunstancias en las que hay vidas humanas en riesgo, y de su utilidad para tomar decisiones que permitan preservarlas./ Qore.com
2014-02-05